El grave deterioro del entorno de la Catedral hace peligrar el expediente
Javier Esturillo/Jaén
Que la Catedral de Jaén merece ser Patrimonio de la Humanidad, por su singularidad e influencia arquitectónica, es algo indiscutible. No tanto el entorno que la rodea.
Que la Catedral de Jaén merece ser Patrimonio de la Humanidad, por su singularidad e influencia arquitectónica, es algo indiscutible. No tanto el entorno que la rodea.
Los alrededores de la obra cumbre de Andrés de Vandelvira no son, precisamente, un lugar recomendable. El ruido es insoportable, está atestado de coches y las calles no guardan una imagen homogénea. Tres razones a las que nadie hace demasiado caso ahora, pero que pueden ser determinantes a la hora de dictaminar si la Catedral de Jaén se merece o no formar parte de la declaración de Úbeda y Baeza como Patrimonio de la Humanidad. El Ayuntamiento lo sabe, porque ya ha sido advertido por el encargado de redactar el informe, Francisco López.
Sabe que no tiene todo el tiempo del mundo y de ahí que trabaje con intensidad en algo que debería haber estado hecho hace años, antes incluso de comenzar la tramitación del expediente: poner en condiciones el entorno del templo. Eso significa, entre otras cosas, adecuar las calles, dotarlas de una imagen propia y única, incluidos los comercios, restringir el tráfico privado, que incluye la peatonalización o semipeatonalización de algunas zonas, y la reducción de las emisiones acústicas. Todo ello contemplado ya por el equipo de Gobierno y reflejado en varios proyectos, como la recuperación del casco antiguo a través de los fondos del Plan Urban, o las medidas de apoyo al comercio, previstas por la Concejalía de Promoción Económica, que incluye, por ejemplo, la unificación de los toldos y otros elementos de los establecimientos de las calles cercanas a la Catedral. Además, está pendiente la remodelación de la Plaza de Santa María.
Este paquete de iniciativas cuenta con una partida específica de varios millones de euros que serán financiados por las distintas administraciones. El objetivo es que el entorno esté en sintonía con la belleza del templo para que el expediente disponga de la fuerza necesaria para convencer al jurado calificador.
De hecho, el pasado mes de abril, el director de Gálibo Consultores de Patrimonio Cultural, Francisco López, y el concejal de Cultura, José Montané, mantuvieron una reunión con responsables del Plan Urban, principal instrumento para revitalizar el casco histórico y los alrededores de la Catedral, para pedir su adaptación a los requisitos que exige la Unesco. En este sentido, propusieron un mayor control del tráfico para evitar la contaminación del templo, una señalización turística común y un riguroso cuidado de la estética de todos los edificios aledaños.
No en vano, el expediente va por el buen camino, después de que los últimos informes emitidos certifiquen la influencia de Andrés de Vandelvira en la arquitectura latinoamericana del Renacimiento, uno de los grandes avales de la candidatura jiennense. “Su influencia y valor es universal”, declaró el investigador Francisco López en la rueda de prensa de presentación del informe, celebrada el pasado 17 de abril en el Ayuntamiento de Jaén.