El gran hermano universitario

Se acabó el entrar y salir con el coche 'alegremente' al Campus de Las Lagunillas. La Universidad se propone hacer un control férreo de los accesos y lo hará con cuatro nuevas cámaras de vigilancia, tarjetas magnéticas y más barreras que organicen las mil quinientas plazas de aparcamiento de las que dispone.

    10 ene 2012 / 11:31 H.


    A mediados de año, todo aquel que quiera acceder a Las Lagunillas con su vehículo deberá pasar por los nuevos sistemas de control que, para empezar, contarán con un circuito cerrado de vigilancia con cuatro nuevos dispositivos. La Universidad ya disponía de un sistema de gestión y almacenamiento de vídeo compuesto por cinco unidades de videograbación, que ahora se refuerzan con cuatro cámaras que controlarán los coches que entran y salgan. A esto se le sumarán nuevas barreras y tarjetas magnéticas para reconocer a la gente que entre y los mandos a distancia. También habrá un lector de matrículas y un contador de entradas y salidas.
    Además, como ya sucede en los aparcamientos cerrados, un dispositivo luminoso avisará de si hay o no plazas libres.
    Pero el cerramiento de la Universidad no se queda ahí. Tal y como establece el documento de licitación de las obras de semipeatonalización —con un coste de medio millón de euros y un plazo de ejecución de cuatro meses, una vez adjudicadas— los tres espacios para estacionar ya no estarán conectados entre sí. Habrá tres “bolsas” independientes, que son  la de la Plaza de los Pueblos, de la Avenida Antonio Pascual y la de Ben Saprut.
    A pesar de que el recinto dispone de 1.500 plazas y que, en ocasiones, se quedan cortas, la idea es suprimir zonas de estacionamiento en un futuro. Cuando se construya el nuevo edificio del Rectorado, se suprimirá el espacio que hay delante del Aula Magna. Esperanza Calzado /Jaén

    El alumno opina
    División entre los universitarios
    Como suele pasar cuando se anuncia una medida se abren opiniones para todos los gustos. En cuanto la Universidad de Jaén hizo pública la licitación de las obras de semipeatonalización del campus, estudiantes, profesores y ciudadanos, en general, opinaron sobre la medida. En una amplia mayoría están de acuerdo ya que son muchos los universitarios que se quejan de las dificultades de estacionar en el recinto. Sin embargo, alumnos denuncian que el medio millón de euros que cuestan las obras se deberían destinar a asuntos más prioritarios para ellos como la investigación. Algunos ironizan con que se destinen a calefacción o a mejorar la Secretaría.