“El gol servirá para darme confianza y mejorar más”

El delantero no vive del pase como el mediocentro, ni de la contundencia de un central, su credibilidad ante la grada radica en el gol. Ángel Gómez miró al cielo y a la grada, besó el escudo, puso sus manos en forma de corazón y respiró profundamente después de mandar la pelota a las mallas de un testarazo tras un centro medido de Rubio desde la banda izquierda. “Me quité un gran peso de encima. Han sido meses muy duros sin sentirme futbolista”, relata un atacante ansioso por redimirse. “Cuando vi la pelota dentro de la portería me acordé de mi novia, de mi familia, de Víctor Cuadrado —preparador físico del Linares—, de toda aquella gente que ha estado a mi lado en los momentos más difíciles”, dice Ángel, conocido entre los aficionados con el apodo de “búfalo”, por corpulencia y fuerza física.     

27 sep 2014 / 08:07 H.


La última vez que el canterano había experimentado el éxtasis del gol fue en la tercera jornada de la pasada temporada en el campo del Estepona, cuando, en el minuto 51, marcaba el tanto del empate. Al domingo siguiente, ante el Marbella, caía al césped de Linarejos, se echaba las manos a la rodilla derecha y pedía el cambio. Los llantos de dolor e impotencia se escuchaban desde el túnel de vestuarios. El vía crucis para Ángel había comenzado. Visitas a médicos, una operación y siete meses de recuperación por delante para un futbolista en plena progresión.
Ángel ha formateado su memoria para triturar los malos recuerdos. “Es agua pasada. Ahora solo pienso en jugar, en divertirme en el campo como lo hacía antes y en llevar al Linares a lo más alto”, destaca. Afirma que el tanto anotado ante el Loja en la Copa Federación servirá para “ganar confianza” y “mejorar en los entrenamientos”. “Solo quiero trabajar y trabajar y hacerlo todo lo bien que pueda para que el entrenador vuelva a creer en mí”, señala el deportista.  
Sin embargo, sabe que todavía tiene que ganarse un puesto en el once titular, en el que Juanfran, a pesar de estar todavía inmaculado en la faceta goleadora, y Rafa Payán, autor de tres dianas en Liga, son una apuesta segura para Antonio José García, “Torres”. Ángel quiere recuperar minutos, reputación, gol y presencia. La falta de juego se ha transformado en la ausencia de participación con el equipo, salvo en las competiciones menores, como las copas Diputación y Federación. Ángel minimiza este hecho. “Lo importante es vertiste de corto, estar en el terreno de juego, sea en la Liga o en la Copa. Yo lo que quiero es jugar”, sentencia el jugador.
Ángel Gómez no ha perdido el rostro aniñado ni las ganas de jugar al fútbol, aunque su carrera no haya sido, hasta ahora, un camino de rosa, principalmente por el lastre de las lesiones. Tras despuntar en las categorías inferiores del club, Gabriel Cañete, “Gabi”, lo convocó para el partido de Copa del Rey ante el Écija. Esa noche Ángel, además de marcar un gol, se metió a la afición en el bolsillo. Pero la desaparición del CD Linares le obligó a cambiar de aires. Se marchó al Real Jaén juvenil con algunos de las mejores promesas azulillas. En el conjunto blanco, entrenador por el actual director deportivo azulillo, Alberto Lasarte, nunca se sintió cómodo y pidió volver al “equipo de su vida” cedido, a pesar de que regresaba a un club que penaba en la Regional Preferente. Con Alfonso López Simarro, de manera inexplicable, jugó poco. Su explosión definitiva llegó en Primera Andaluza. Anotó 24 goles y fue clave en el ascenso a Tercera. “Siempre los goles traen confianza. Yo trabajo para eso y para dar lo mejor. Igualmente hay que seguir trabajando y lo importante es que el grupo está bien”, deseó el “9”, quien, además, resalta la unión que existe en el vestuario.