El Gobierno pagará ayudas a los rumanos sin empleo que quieran retornar a su país

El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, anunció  hoy que su gabinete pedirá "informes jurídicos" para conocer la  viabilidad de implantar una ayuda económica para que los inmigrantes  rumanos que han quedado en desempleo, unos 71.000 a 31 de marzo,  puedan retornar a su país si así lo desean.

    04 may 2009 / 11:25 H.

    "Si podemos habilitar  alguna fórmula, lo haremos", aseguró, aunque "el objetivo no es que  todos los rumanos se vayan de España". Corbacho hizo estas declaraciones a los medios en el marco de su  visita oficial a Rumanía, donde ha firmado dos "memorandos de  entendimiento" con el Ejecutivo de Bucarest para por un lado,  favorecer que el Servicio Público de Empleo Estatal español ofrezca a  los inmigrantes rumanos trabajo en su país y, por otro, facilitar la  cooperación entre los servicios de inspección laboral de ambos  Estados.  Según explicó, aunque el levantamiento de la moratoria que ponía  trabas al trabajo por cuenta ajena de rumanos y búlgaros en España  "no ha tenido efecto llamada", en el primer trimestre de este año el  número de parados entre el colectivo de Rumanía se incrementó en unas  30.000 personas, pasando de 44.000 en diciembre de 2008 a los cerca  de 71.000 que a finales de marzo no tenían trabajo.  Este hecho, sumado a las demandas de Rumanía, cuyo Gobierno estima  necesitar un millón de trabajadores para compensar la pérdida de  población activa derivada de la emigración que ha experimentado en  los últimos años, ha impulsado al Ministerio de Trabajo a sopesar la  posibilidad de ofrecer ayudas económicas en el marco de los convenios  bilaterales ahora suscritos y con apoyo de los fondos europeos.  En la actualidad, los rumanos no pueden acogerse al Plan de  Incentivo al Retorno Voluntario en vigor, porque su condición de  ciudadanos europeos y la libertad de movimiento por el Espacio  Schengen que de ello se deriva es incompatible con el requisito de no  regresar a España en al menos cinco años que impone el decreto de  retorno para quienes reciban la prestación.  "En Rumanía hay necesidad y siempre vamos a tener necesidad de  fuerza laboral, porque el primer indicador que nos lo muestra es la  proporción entre jubilados y trabajadores y el balance en la  actualidad es de un trabajador por cada pensionista", explicó el  ministro de Trabajo, Familia y Protección Social de Rumanía, Marian  Sarbu, en rueda de prensa posterior a la firma del convenio.  En total, unos 718.000 rumanos tienen tarjeta de residencia y  253.000 de ellos están dados de alta en la Seguridad Social. Según  Corbacho, "al final, será una comunidad importante asentada en  España", aunque existen "más de 30.000 personas" que se encuentran en  el paro y ya no reciben prestación y que podrían estar interesados en  recibir apoyo económico para abandonar el país. Precisamente a estas personas iría dirigida esta medida, sobre la  que el ministro también consultará al Gobierno de Rumanía, "por si  quisieran poner ayudas para que vuelvan sus emigrantes". Sin embargo, Sarbu se mostró escéptico con la posibilidad de que  se produzca un retorno significativo de ciudadanos en un medio plazo,  porque conforme apuntó, "la mayoría de los rumanos que están  trabajando en España no han expresado su intención de regresar,  probablemente porque muchos se están beneficiando de las prestaciones  por desempleo, mucho más consistentes en España que en Rumanía, y  están esperando recibir esta prestación por todo el periodo legal. Además, añadió que hay que tener en cuenta que se puede regresar  cuando los índices económicos son más optimistas, y pensando que  estos índices estarán en España, "no regresarán".  Por eso, aseguró que "el número de rumanos que van a regresar, si  es que regresan, no va a tener una influencia notable en la tasa de  paro" del país, prevista para 2009 en unas 515.000 personas y que  ahora se calcula en más de 620.000 para finales de año por el impacto  de la crisis económica global, que ha obligado al Gobierno de  Bucarest a recalcular también las previsiones de crecimiento, que  ahora se estiman en números negativos.  Preguntado por la disponibilidad del mercado laboral español para  un posible incremento de la emigración desde Rumanía dado este  contexto económico, Corbacho aseguró que "ahora no" hay sitio para  más extranjeros.  "No hay posibilidades reales de poder garantizar que si alguien va  a España a trabajar pueda encontrar trabajo, porque la tasa de paro  en estos momentos es del 17,4% y en el último año se han destruido  1,3 millones de puestos de trabajo". "Esperemos que si salimos  rápido, (de la crisis económica) puedan venir muchos rumanos pero  hasta entonces, creo que lo tienen complicado en España", apostilló.