El 'glamour' abre la Feria Real

Un pregón tan “glamuroso” como el de una famosa como Norma Duval no podría empezar de otra manera. “Un beso muy fuerte”, dijo la artista para dar la bienvenida a los cientos de personas que la arroparon en una cita que aunaba fiesta y familia. La popular “vedette”, cuya madre y abuela se criaron en Porcuna, evocó la trascendencia de “vivir” y “sentir” las raíces que destinan, a su manera, el devenir de las gentes.
“Siempre he oído hablar de Porcuna, desde pequeña”, apuntó Purificación Martín Aguilera, el verdadero nombre de la catalana, que reconoció pertenecer a una familia “mixta”: su madre era natural de Porcuna; su padre, de Segovia, y ella nació en Barcelona, aunque se crió entre Madrid y Valencia.
En el Paseo de Jesús había mucha gente escuchándola, y dos grandes ausentes: su hermana Carla —tristemente fallecida el año pasado tras una larga enfermedad— y su progenitora, Purificación Aguilera, que debido a su delicado estado de salud no pudo trasladarse hasta su pueblo natal para comprobar cómo sus vecinos se rendían ante las palabras de sus hija en el bello Paseo de Jesús. Vestida de negro solemne, la artista se acordó de sus lazos maternos, pero a quien de verdad le dedicó el pregón fue a  Carla. “A ella le hubiera gustado estar aquí dando el pregón de la Feria Real”, manifestó, emocionada. “Carla tenía ilusión por venir a Porcuna. Estuvo cerca (...) Su deseo era estar con vosotros, pero su salud se lo impidió”, añadió. Pero la “vedette” recordó también a su abuela y a sus bisabuelos maternos, quienes establecieron al municipio porcunense como su lugar de residencia. “Siempre nos hemos muy unidos a estas calles”, explicó.
historia. “Las raíces se deben de   pasar a los hijos”, argumentó Norma Duval, al tiempo que afirmó que ella también le habla a su familia de Porcuna, de la casa en la que nació su madre, ubicada en la calle Cristóbal López, donde jugaba ella, cerca del templo parroquial de San Benito. También evocó la artista a cuando Purificación madre hablaba de otros de sus rincones más queridos, como la Carrera o el Paseo de Jesús, o las celebraciones más esperadas, en las que destacaban la Feria Real, la Romería de la Alharilla y el Día de las Flores. Norma Duval —o Purificación Martín Aguilera— tampoco no se olvidó de la crisis ni de los jóvenes. Y los porcunenses le agradecieron con un cálido aplauso su discurso inaugural.