El girasol se etiqueta con el cáncer
El girasol tenía vía libre para avanzar en el mercado y “robarle” consumidores al aceite de oliva. El zumo de la aceituna está caro, por lo que su consumo no avanza en España y lo hace más despacio en sus mercados afianzados —otra cosa son los nuevos nichos de negocio, que sí que crecen—. Sin embargo, ahora tiene que “lidiar” con un nuevo problema. El aceite de girasol sometido a altas temperaturas se vincula al cáncer.
Un estudio de científicos británicos, que nunca se han caracterizado, precisamente, por ser fieles defensores del aceite del Mediterráneo, desaconseja consumir aceite de girasol. Además, la investigación apareció publicada en el periódico “The Telegraph”, que dio todos los detalles en su suplemento especial del pasado domingo. Los investigadores consideran que los aceites vegetales sometidos a altas temperaturas emiten sustancias químicas que se vinculan a la aparición de tumores. Por eso, recomiendan utilizar aceite de oliva, de coco o, incluso, mantequilla. Los resultados de una serie de experimentos amenazan la idea de que los aceites ricos en grasas polisaturadas como el aceite de maíz o de girasol son mejores para la salud que las grasas saturadas en los productos animales. Los científicos han concluido que calentar los aceites vegetales hace que emitan altas concentraciones de químicos llamados aldehídos, tradicionalmente vinculados con enfermedades como el cáncer, los problemas cardiacos y la demencia.
El profesor Martín Grootveld publica que su investigación ha constatado que las patatas fritas cocinadas con girasol superaban los límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). En cambio, el aceite de oliva e, incluso, la mantequilla estaban muy por debajo. Por otro lado, el profesor John Stein, que es catedrático de Neurociencia de Oxford, añade que los aceites vegetales son ricos en los ácidos Omega 6, que reducen las grasas de los Omega 3. Asegura que si se toma mucho girasol, los Omega 6 quitan a los Omega 3, lo que puede derivar en algunos problemas mentales.
Escenario favorable. Esta investigación no resulta nada positiva para el girasol y sí que alienta el consumo de aceite de oliva en el Reino Unido y, también, en los países en los que se divulga. Es negativo para el girasol, pero sí que supone un buen argumento para el aceite de oliva, que ahora encontraba una enorme debilidad en el precio para competir en el mercado. Además, los estudios científicos que cosecha el zumo de la aceituna también les favorece.