El gigante asiático ya paladea aceite de Villargordo
Manuel Martos/Villatorres
Doce mil litros es la cantidad de aceite de oliva que la almazara familiar Jame Oliva, de Villargordo, acaba de exportar a China. Se trata de la primera partida que la cooperativa ha molturado esta campaña y su sabor ya lo paladea un selecto número de ciudadanos del gigánte asiático.

Doce mil litros es la cantidad de aceite de oliva que la almazara familiar Jame Oliva, de Villargordo, acaba de exportar a China. Se trata de la primera partida que la cooperativa ha molturado esta campaña y su sabor ya lo paladea un selecto número de ciudadanos del gigánte asiático.
La almazara Jame Oliva es una empresa familiar, en la que cada miembro de la familia Martos Ávila tiene una función. Según el gerente de la firma, José Luis Martos, “comenzó como una idea para explotar las propiedades familiares” —estas ascienden a 1.200.000 kilos de aceituna anuales—. “Jame Oliva” compra aceituna a los olivareros de la zona y realiza todo el proceso de molturación en sus instalaciones. Lo que la diferencia es que pone a disposición del vendedor el transporte hasta las dependencias de la empresa a través de un sistema de contenedores de recogida de aceituna en el mismo lugar en el que se realiza la recolección. Además, todo el proceso, desde que se recoge la aceituna hasta que llega al consumidor, está cerrado, sin intermediarios.
La campaña en “Jame Oliva” comienza, aproximadamente, a principios de noviembre y finaliza en marzo. La fábrica tiene una capacidad de procesamiento de 320.000 kilos de aceituna en veinticuatro horas. Pasada la campaña, se molturan nueve millones de kilos de aceituna, con lo que se obtienen 1.800.000 kilos de aceite al año. De estos, el 95% procede de la variedad picual y el 5% restante es arbequina. Para esta campaña, se han realizado mejoras en las instalaciones y se incorporó la maquinaria necesaria para realizar la extracción en frío. Este proceso permite elaborar aceite a temperatura ambiente, sin someterlo a cambios químicos. “Es totalmente puro”, destaca Martos. El objetivo de los responsables de la almazara es presentar el aceite a concurso y optar al certificado de calidad. “En la actualidad, realizamos un estudio de mercado, para que nuestra producción sobrepase nuevamente las fronteras españolas”, afirma Martos. La familia Martos Ávila afirma que jamás había imaginado que su producción llegaría tan lejos.