Corpas I de Baños, el futbolista que conquistó el corazón de la afición azulilla
Baños de la Encina es conocida en todo el mundo por su castillo, construido en el siglo X sobre un pequeño cerro que domina el municipio. La fortaleza ostenta el privilegio de poder enarbolar desde su torre del homenaje la bandera de la Comunidad Europea, privilegio que comparte con la de Florencia. Pero, de un tiempo a esta parte, otra enseña ondea en el pueblo, la del Linares, gracias a los éxitos de José Corpas Serna, un bañusco que ha conquistado los corazones de los azulillos. Todos sus paisanos están orgullosos de él hasta tal punto de que no se pierden ni un partido en Linarejos.
Baños de la Encina es conocida en todo el mundo por su castillo, construido en el siglo X sobre un pequeño cerro que domina el municipio. La fortaleza ostenta el privilegio de poder enarbolar desde su torre del homenaje la bandera de la Comunidad Europea, privilegio que comparte con la de Florencia. Pero, de un tiempo a esta parte, otra enseña ondea en el pueblo, la del Linares, gracias a los éxitos de José Corpas Serna, un bañusco que ha conquistado los corazones de los azulillos. Todos sus paisanos están orgullosos de él hasta tal punto de que no se pierden ni un partido en Linarejos.

Cada domingo, una peña de amigos y familiares recorre los 15 kilómetros que separan a ambos municipios para animar a Corpas, quien se ha sabido ganar a la afición con su sencillez y humildad. “Es chico noble, responsable y un buen estudiante. Todo lo que diga de él es poco”, destaca su padre, Tomás Corpas, quien, todas las tardes, ya hiciera frío o calor, y aún con el mono de trabajo puesto, cogía el coche para llevar a su hijo a los entrenamientos cuando empezaba en el Santa Ana, club en el que se formó hasta que dio el salto al Linares. El interior derecho ha vuelto a encender la pasión de muchos aficionados al fútbol de su pueblo. Un chaval de familia trabajadora, guapo y con sonrisa perenne. “Está muy ilusionado con la promoción. Intento respetar su espacio, aunque sabe perfectamente aparcar el fútbol de su vida personal”, relata su novia, Ana Agudo, uno de los pilares de Corpas, junto con su familia y su grupo de amigos que ante el Rayo Vallecano B acudirán al estadio con una pancarta de apoyo al jugador.
TomásCorpas, en paro desde hace tres años, e Isabel Serna, ama de casa, siempre han respetado la ilusión de su hijo por jugar al fútbol. “Lo único que le pido es que estudie. Son pocos los que llegan lejos y él debe labrarse un futuro”, dice el progenitor.
José Corpas, que es el mediano de tres hermanos, ha hecho caso a sus padres. “Se encierra en su habitación, antes y después de los entrenamientos, y no levanta cabeza hasta que no se estudia el último tema”, relata Tomás. Este año cursa primero de Magisterio de Educación Física, porque, además de ser un enamorado del deporte, lo es de la docencia. Su novia, también de Baños y a la que conoció cuando ambos tenían quince años, confía plenamente en él.“Sé que lo dará todo por el Linares”, concluye.