El fuego como enemigo
Las llamas no dan tregua en Quesada, después de cuatro días ya con el fuego devorando cuanto encuentra a su paso
. Pese al amago del martes, cuando llegó a estar controlado, la realidad es que el incendio sigue su avance por un terreno de alto valor ecológico por sus pinos centenarios del que ya se han perdido alrededor de 1.800 hectáreas, según una primerísima aproximación a la superficie afectada realizada desde la Subdelegación del Gobierno, a falta de los datos oficiales. Larva fue el epicentro de la coordinación de todo el operativo de extinción, municipio en el que se reunió el comité asesor del dispositivo del Plan Infoca, con la presencia del consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, José Fiscal, que se trasladó hasta allí para seguir de cerca los avances de la operación. De momento, solo se ha tenido que proteger varias explotaciones ganaderas, pero no hay peligro para vecinos.
Es precisa una llamada a la calma a la población de municipios cercanos, que ven cómo el fuego puede llegar a convertirse en una amenaza para sus hogares y sus campos. Hoy por hoy, no hay que pensar en que llegue a ocurrir, aunque sí que se acerca a los límites de la provincia de Granada. Para ello no se escatima en esfuerzo y en medios, tanto materiales como humanos. Veintiún medios aéreos, ciento cincuenta retenes y una unidad terrestre se afanan en la dura tarea a la espera de ver el fuego sofocado cuanto antes. Además, la Puerta de Segura también se vio sobresalta por otro incendio. No hay que olvidar que se trabaja a contrarreloj, con el handicap de las dificultades añadidas por la climatología adversa, con tormentas secas, viento y las altas temperaturas que se registran en esta segunda ola de calor del verano.