El frente soberanista exhibe su división en el Parlament

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, reafirma su propuesta de votación para el 9 de noviembre. Fue durante la tensa sesión de control al gobierno catalán en el Parlament, en la que el líder catalán tuvo que aguantar las críticas de sus todavía aliados en el reto soberanista: ERC, ICV-EUiA y CUP criticaron con dureza los cambios que el “president” ha introducido en la consulta.

16 oct 2014 / 09:38 H.

Mas dijo que el consenso que mantenía el Govern con CiU y estos partidos era para votar una pregunta y una fecha, algo que se mantiene con su propuesta. Destacó que la actitud de republicanos, ecosocialistas y CUP lleva a “desobedecer y no votar”, es decir, a incumplir con el principal objetivo de la presente legislatura.
Oriol Junqueras (ERC), Joan Herrera (ICV) y Quim Arrufat (CUP) recalcaron que Mas aún tiene tiempo para rectificar y recuperar la unidad: “Rogamos al Govern que haga una reflexión en los próximos horas y días, y recupere el escenario de consenso” y la propuesta unitaria inicial, ha afirmado Junqueras.

Para Herrera, el Govern plantea una votación sin garantías democráticas y acaba con todo el capital político acumulado durante meses de unidad y negociaciones, y ha lanzado un mensaje a Mas: “Si cree que no puede rehacer el consenso y la unidad, convoque elecciones”. Arrufat aseguró que “la situación no podía ser peor” y acusó al Govern de dictaminar la autosuspensión de la consulta, lo que supone un engaño a todos los catalanes, por lo que ve muy difícil volver a confiar en Mas.

El primer secretario de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, reprochó al presidente que la nueva votación tenga menos garantías democráticas que la fórmula original, y ha planteado que hubiera sido mejor esperar que el Tribunal Constitucional (TC) se pronunciara sobre la Ley de Consultas no referendarias y el decreto de convocatoria del 9N. Aun así, insistió en que el PSC está dispuesto a dialogar con el Govern si abandona el proceso soberanista tal y como lo ha planteado hasta ahora: “¿Por qué no hablamos de lo que hay que hacer en los próximos dos años?”, le preguntó Iceta.

Por otro lado, la Generalitat recalcó que el Gobierno central parte de un error al recurrir la Ley de Consultas no refrendarias y el decreto de convocatoria del 9-N: entender que esta votación es un referéndum cuando, según el Govern, en todo momento se deja claro que es una consulta no refrendaria. Así lo establecen las alegaciones presentadas al Constitucional (TC) y en las que los letrados de la Generalitat dejan claro que el 9N “no pretende en modo alguno un referéndum, ni tampoco un simulacro encubierto de referéndum”. “Se repite en una infinidad de ocasiones, hasta la saciedad, que la consulta convocada se trata de un referéndum, aunque no sea así”, se dice en el recurso.