El FMI prevé que la economía se contraerá un 1,3 por ciento el año próximo
El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que la economía española se contraerá un 1,5 por ciento en 2012 y un 1,3 por ciento en 2013, según recogió en la edición de otoño de su informe 'Perspectiva Económica Mundial'. Respecto a su dossier del mes de julio, el organismo empeora su previsión para este año y en siete décimas su estimación para el próximo.
La cifra estimada para 2013 por el Fondo Monetario Internacional es bastante más pesimista que la del Gobierno español, que espera que el PIB caiga cinco décimas el próximo año. En el informe, el organismo internacional destaca la necesidad de que en la eurozona se pongan en marcha políticas que se traduzcan en una mayor competitividad para las economías de Francia, Italia y España, así como medidas que impulsen la demanda doméstica en Alemania.
Por otro lado, la institución dirigida por Christine Lagarde prevé que la tasa de desempleo repunte este año hasta el 24,9%, en comparación con el 21,7% en el que cerró 2011, mientras que en 2013 se situará en el 25,1%. A este respecto, destaca las reformas en marcha tanto en España como en Italia en el mercado laboral que pueden impulsar el empleo de diferentes maneras.
“Las reformas pueden reducir los costes de contratación y de despido o reducir los salarios mínimos cuando son lo suficientemente altos para socavar el empleo entre los jóvenes y los menos formados”, añadió. En cuanto a la inflación, el Fondo Monetario Internacional prevé que tanto en este año como en el siguiente se sitúe en el 2,4%, después de cerrar 2011 con un porcentaje del 3,1%.
En otro orden de cosas, el ministro de Economía, Luis de Guindos, negó, por otro lado, que la UE dude de la credibilidad del presupuesto de España para 2013 y sostuvo que todos los países reconocen los esfuerzos del Gobierno para reducir el déficit. Estas cifras “son absolutamente respetables pero no están escritas en bronce”, dijo De Guindos al ser preguntado por si el Gobierno se verá obligado a adoptar nuevos ajustes o a pedir más tiempo a Bruselas para corregir el déficit excesivo. A su juicio, el “mensaje fundamental” del FMI es “poner una nota más negativa” en la evolución de la economía mundial. Para este año, la previsión de crecimiento del Gobierno (-1,5%) es “prudente” y no puede tacharse de “excesivamente optimista”, defendió el ministro.