El fiscal pide el archivo y no acusa al detenido por el crimen del Hospital

Rafael Abolafia/Jaén
La Fiscalía ha decidido no presentar cargos contra Mohamed N., el único detenido por la brutal paliza de un vecino de la capital, cuyo cadáver fue encontrado en los jardines del hospital hace hoy 252 días. El Ministerio Público considera que no hay pruebas suficientes

    18 nov 2011 / 09:56 H.

    y ha pedido a la juez el sobreseimiento de la causa. Solo la familia del fallecido mantiene “vivo” el procedimiento.
    Han pasado más de ocho meses desde que se hallara el cuerpo sin vida de Antonio Estepa en un parterre del Hospital Médico Quirúrgico. Tenía la cabeza destrozada por una piedra, que fue encontrada junto al cuerpo, en mitad de un enorme charco de sangre. Fue Mohamed N. el que dio el aviso a los vigilantes del recinto sanitario del macabro hallazgo. Este ciudadano marroquí, un indigente que suele merodear por el hospital, siempre ha mantenido que él solo encontró el cuerpo y que no tiene nada que ver con el crimen.
    No obstante, la Policía lo detuvo. Mohamed cometió numerosas contradicciones en su declaración. Así, en un primer momento, dijo que no conocía a la víctima de nada. Los investigadores consiguieron demostrar, sin embargo, que había estado con Antonio Estepa horas antes de su muerte.
    Esas contradicciones hicieron que Mohamed N. acabara con sus huesos en la cárcel de forma preventiva. Un mes después de los hechos, la Policía Científica remitió al Juzgado de Instrucción número 4, el que lleva la investigación, un informe que es, hasta el momento, la principal prueba de cargo contra el detenido. A Antonio Estepa lo mataron a golpes con una piedra de gran tamaño y de unos diez kilos de peso. Sin embargo, parece ser que antes le dieron una paliza. De hecho, en su espalda se encontró un hematoma con forma de huella de zapato, posiblemente causado por una patada o pisotón. La Policía determinó que ese cardenal fue producido por una bota muy similar a la que Mohamed N. lleva en la noche del 11 de marzo, cuando se cometió el crimen. No se trata de una prueba concluyente, pero es lo más sólido que tienen los investigadores, por el momento, para intentar sentar en el banquillo al único detenido.
    No hay nada más. De hecho, no se encontró el ADN del procesado ni en la piedra con la que el asesino mató a Antonio Estepa ni en sus propias ropas. Tampoco hay testigos de lo sucedido ni su imagen sale en las grabaciones realizadas por las cámaras de seguridad. Por todo ello, Mohamed N. fue puesto en libertad el pasado mes de julio.
    Ahora, la Fiscalía ha pedido el sobreseimiento de la causa por falta de pruebas. En la práctica, eso supone que no presentará cargos contra Mohamed N. a no ser que aparezcan nuevos elementos o indicios, tal y como confirma el fiscal jefe, José María Casado. La jueza Carmen Ballesteros, no obstante, ha decidido seguir adelante con el procedimiento del jurado. Es la familia de Antonio Estepa quien mantiene “vivo” el caso. Su objetivo es intentar sentar en el banquillo a Mohamed N., al que apuntan diversos indicios. La instrucción de la causa está ya casi concluida, a la espera de revisar una grabación de una cámara de seguridad.
    Sin avance en la muerte del “Monago”
    El próximo domingo, se cumplirán dos meses del hallazgo del cadáver de José Vizcaíno Muñoz, un vecino de la capital perteneciente al clan de “Los Monagos”. Su cuerpo sin vida fue encontrado por unos trabajadores en una cuneta del conocido como “Camino de las Cruces”. Tenía la cabeza destrozada, al parecer, por una piedra, y sus restos habían sido ocultados con ramas y maleza. A José Vizcaíno se le vio con vida cuatro días antes del hallazgo de su cadáver. La Policía reconstruyó cuáles fueron sus andanzas, con quién estuvo y por dónde se movió. Sin embargo, a pesar de los arduos esfuerzos de los agentes de la UDEV, la investigación ha avanzado a paso de tortuga. De hecho, todavía no hay detenidos. Incluso, ha llegado a desplazarse una unidad policial especial desde Madrid para tratar de aclarar lo sucedido. No ha habido éxito. Las esperanzas de encontrar al autor o autores del crimen están depositadas en las diferentes muestras recogidas en el lugar y que todavía se analizan en busca de restos de ADN y otros indicios.