El fiscal pide 76 años de cárcel al acusado por el crimen del carnicero
Francisco L. M. ya sabe a lo que se enfrenta por el conocido como crimen del carnicero: 76 años de prisión. La Fiscalía acusa a este linarense de más de una decena de delitos cometidos el 10 de agosto de 2007. Entre ellos, matar a cuchillazos al amigo de su ex esposa durante una barbacoa en un chalé de Torreblascopedro.
Francisco L. M. protagonizó aquel 10 de agosto su particular día de furia, que terminó en un baño de sangre. Cegado por los celos, le asestó, “una tras otra”, once puñaladas a José Martínez, un carnicero de Linares que, al parecer, mantenía una relación sentimental con la que había sido su mujer durante años. Francisco L. M. no había aceptado la separación matrimonial de la madre de sus dos hijos y aún menos soportaba que ella pudiera rehacer su vida con otro hombre.
Así que, aquel día, el acusado acechó a su ex mujer, siempre según el fiscal. Tuvo conocimiento de que iba a hacer una barbacoa con la víctima y otra pareja en la finca “La Rinconá”, en Torreblascopedro. El Ministerio Público añade que siguió a José Martínez cuando el salió de trabajar hasta las cercanías del chalé. Francisco L. M. se escondió y, con unos prismáticos, vigiló todos los movimientos de los que estaban en la finca.
En un momento dado, acudió a la casa. La víctima estaba desnuda porque se estaba poniendo el bañador. Presuntamente, el acusado cogió un cuchillo que se encontraba en el porche. Se abalanzó sobre la víctima “por la espalda”. En la pelea, Francisco L. M. le asestó “una puñalada tras otra” a José Martínez, “aumentando deliberada e inhumanamente el sufrimiento de la víctima”. El fallecido, desangrándose, fue capaz de andar unos siete metros antes de caer fallecido al suelo, con once heridas en el cuerpo, siempre según el relato de la Fiscalía.
Sólo fue el primer acto. Después del crimen, las otras tres personas que estaban en el chalé intentaron huir. El varón salió a la carrera y Francisco L. M. lo persiguió cuchillo en mano hasta que encontró refugio en una zanja. En su huida, sufrió lesiones de consideración.
Las dos mujeres se escondieron en el cuarto de baño de la casa. El Ministerio Público asegura que el acusado también intentó matarlas a puñaladas “arremetiendo en repetidas ocasiones contra ellas”. Finalmente, las obligó por la fuerza a meterse en uno de los coches que había en la finca. Su ex esposa iba en el asiento delantero. La otra joven, que estaba en el trasero, consiguió huir. El acusado condujo el vehículo a gran velocidad hasta llegar al lugar donde había dejado su propio automóvil.
El fiscal explica que, en su huida, Francisco L. M. secuestró, cuchillo en mano, a la que había sido su mujer. Repostaron en Guarromán y, al llegar a Despeñaperros, el hombre intentó mantener relaciones sexuales con ella. El Ministerio Público aclara que la obligó a quitarse el sujetador y las bragas. Finalmente, la mujer lo convenció “con ruegos” de que no le hiciera nada y le dijo que mantendrían relaciones en un hotel.
Horas después, pararon en un hostal del municipio toledano de Madridejos. La Fiscalía asegura que, en la recepción, el acusado amenazó a su ex “echándose mano al bolsillo, donde tenía el arma, para que subiera a la habitación”. Allí discuten y ella logra escapar y avisar a la Policía, que ya seguía los pasos de Francisco L. M. Finalmente, el acusado regresó a Linares y se entregó, no sin antes deshacerse del cuchillo empleado.
La Fiscalía lo acusa, entre otros, de un delito de asesinato, tres de homicidio en grado de tentativa, dos detenciones ilegales y un abuso sexual. Reclama por ello casi 76 años de prisión. Además, le piden que indemnice a los familiares de la víctima con más de 650.000 euros. Será la Sección Segunda de la Audiencia la que sentará en el banquillo a Francisco L. M. en los próximos meses.
Rafael Abolafia / Jaén