El fiscal pide 6 años de cárcel a un hombre por abusar de su hija

Un vecino de Castillo de Locubín, aunque natural de Alcalá, se sentará en el banquillo de la Audiencia acusado de abusar sexualmente de su propia hija. Fue su mujer la que sorprendió a Clemente G. C. mientras, presuntamente, realizaba tocamientos a la menor en la cama de la menor. La Fiscalía reclama una condena de seis años de prisión.

    07 dic 2011 / 10:38 H.

    Al parecer, no era la primera vez que el hombre, de unos 40 años, obligaba a la niña a realizar actos de índole sexual. Tal y como relata el fiscal en su escrito de calificación provisional, Clemente G. C. se dirigió al dormitorio de la niña a lo largo de los primeros seis meses de este año. Aprovechaba que se quedaba a solas con ella para bajarse los pantalones. Presuntamente, tumbaba a su hija en la cama y le quitaba la ropa para efectuarle tocamientos en su zona genital, al tiempo que le pedía a la menor que le tocase a él en sus partes. La Fiscalía añade que obligaba a la niña a cogerle su pene. A la una de la madrugada del 14 de junio de este año, el acusado llegó a su domicilio. Su esposa estaba en la planta baja de la vivienda. Tal y como relata el Ministerio Público, él subió a la parte alta, donde está la habitación de su hija, que entonces tenía tan solo doce años y once meses. Presuntamente, Clemente C. G. se metió en la cama con la niña. Le bajó los pantalones y la ropa interior y, “con ánimo libidinoso”, comenzó a tocarle sus genitales, siempre según el relato del fiscal.
    En ese momento la menor rompió a llorar. Otro de los tres hijos del matrimonio oyó los sollozos y alertó a su madre, que se presentó en el dormitorio. Lo que vio allí, según explica el Ministerio Público, es que su hija estaba desnuda y llorando. Preguntó qué es lo que había pasado: “Ni el acusado ni su hija le ofrecieron respuesta”, añade la Fiscalía en su escrito de calificación provisional de los hechos. Así que cogió a la niña y la llevó hasta el comedor de la casa. Clemente C. G. bajó tras ellas. Su reacción fue, presuntamente, comenzar a golpear a su mujer “sin mediar palabra”: “Le propinó puñetazos en la cabeza y en el brazo, diciéndole ‘mírame a la cara’ y amenazándola”, explica el fiscal.
    La agresión concluyó cuando el hijo mayor del matrimonio se personó en el salón y le plantó cara a su padre. En ese momento, alertaron de lo que había sucedido a la Guardia Civil de Castillo de Locubín, que detuvo a Clemente C. G. como presunto autor de un delito de malos tratos y otro de abusos sexuales.
    Dos meses en prisión. Al día siguiente, pasó a disposición del Juzgado número 1 de Alcalá la Real. Su titular dictó el ingreso en prisión preventiva del arrestado. Fue puesto en libertad el pasado 11 de agosto, es decir, casi dos meses después de ser encarcelado. Desde entonces, está a la espera de que se celebre el juicio contra él. De momento, la Fiscalía ya ha presentado el escrito de acusación. Le imputa un delito continuado de abusos sexuales por el que le reclama una condena de seis años de prisión. Además, también se le considera autor de un delito de malos tratos, lo que conlleva una petición de un año más de cárcel. Además, tampoco podrá comunicarse ni acercarse a su hija y a su mujer a menos de 200 metros durante tres y siete años, respectivamente. Con respecto a la responsabilidad civil, el fiscal pide 6.000 euros de compensación para la menor por los daños causados.
    Ahora, su defensa deberá contestar esos cargos y la Audiencia tendrá que fijar la fecha del juicio. Están llamados a declarar como testigos la esposa, la hija que presuntamente sufrió los abusos y el hijo que alertó de lo que ocurría. Además, también comparecerán los psicólogos que han tratado a la menor durante este tiempo y que aseguran que su testimonio es creíble. Rafael Abolafia/Jaén