El fiscal pide 34 años de cárcel para la mujer que asfixió a sus dos hijos

Rafael Abolafia/Jaén
Ruth B. V., la autora confesa de la muerte de sus dos hijos, ya sabe a lo que se enfrenta. La Fiscalía la ha acusado formalmente de sendos delitos de asesinato y reclama una condena de 34 años de cárcel. El padre de los niños, que ejerce la acusación particular, solicita el máximo castigo para ella: 40 años de prisión.

    26 ene 2012 / 10:39 H.

    El juicio contra la parricida de La Alcantarilla está cada vez más cerca. El Ministerio Público y la acusación particular ya han entregado en el Juzgado de Instrucción número 1 de Jaén sus correspondientes escritos de calificación provisional del doble infanticidio registrado en la tarde del 29 de septiembre en un piso de la calle Alcalde Cancio Uribe. Ese día, Ruth B. V., de 37 años, dejó de ser un ama de casa normal para convertirse en la persona que acabó con la vida de sus propios hijos. Los asfixió con una manta después de haberlos sedado con un tranquilizante que les suministró mezclado con un yogur que les dio de postre.
    Solo ella sabe lo que pasó aquella tarde en el domicilio familiar. La mujer confesó desde el primer momento que mató a sus dos pequeños, Álvaro y Alejandro, de 11 y 3 años. Reconoció ante su señoría, el juez Fernando Moral, que los durmió con un tranquilizante que ella había tomado para una depresión que sufrió tras dar a luz al segundo de sus hijos en 2008. Una vez inconscientes y aprovechando que el padre había salido, Ruth B. V. los asfixió con una pequeña manta. Con esa prenda, taponó la boca y la nariz de Álvaro y Alejandro y evitó que pudieran respirar. Su versión fue ratificada por los informes de los forenses, que certificaron que los niños murieron por asfixia.
    La parricida intentó justificar sus crímenes ante el juez. Dijo que había tenido problemas psicológicos después del nacimiento de su hijo menor. Explicó que abandonó el tratamiento médico y que, desde entonces, había sufrido varios impulsos suicidas. Declaró ante su señoría que les quitó la vida a sus hijos porque no quería que padecieran cuando ella faltara, por temor a dejarlos solos en este mundo. Después de matarlos, Ruth B. V. explicó que hizo varios intentos de quitarse la vida. Pretendió lesionarse con un cuchillo, aunque solo se pinchó de forma superficial en el estómago y en otras partes de su cuerpo, sin llegar a causarse heridas. La mujer aseguró ante la juez que no se atrevió y comprendió que tenía que pagar por lo que había hecho.
    A continuación, telefoneó a uno de sus hermanos para avisar de los crímenes. Ruth B. V. fue detenida en su propia casa esa misma noche. Fue enviada a prisión. Actualmente, se encuentra interna en el Módulo Psiquiátrico de la cárcel alicantina de Fontcalent.
    Durante la instrucción de la causa, que ha sido rapidísima, los forenses determinaron que la parricida sabía lo que hacía cuando acabó con la vida de los pequeños. La declararon imputable, es decir, su estado mental es el adecuado para responder de sus actos ante un tribunal. Tan solo le detectaron una “alteración leve” en sus facultades volitivas. De ahí que la Fiscalía le aprecia una circunstancia atenuante y pida 17 años de cárcel por cada uno de los dos delitos de asesinato que le imputa. En total, 34 años. La acusación particular, ejercida por el marido de la parricida y padre de las víctimas, pide la pena máxima: 40 años de prisión.
    Ahora, la defensa de Ruth B. V. deberá responder a los cargos y, una vez concluido el procedimiento, la Audiencia Provincial señalará la fecha del juicio, algo que se prevé para los próximos meses.