El fiscal no ve alevosía en los seis tiros a un vecino de La Guardia

El próximo martes, la Fiscalía intentará convencer a los magistrados de la Audiencia que el tiroteo que casi acaba con un vecino de La Guardia el 14 de febrero de 2010 no fue premeditado por su autor, José R. R. Por ello, lo acusa por delito de homicidio en tentativa y reclama una condena de once años de cárcel. La víctima pide 14 años de prisión, ya que considera que los hechos fueron un intento de asesinato.

    10 dic 2011 / 10:36 H.

    Para el Ministerio Público, lo que ocurrió aquella tarde en una gasolinera de La Guardia no obedeció a un plan preconcebido para matar. Tampoco considera que hubiera ensañamiento, pese a que José R. R. disparó en seis ocasiones contra un hombre con el que tenía una vieja enemistad. El último tiro, presuntamente, lo efectuó cuando estaba tendido en el suelo, ya herido de bala.
    Según el relato de hechos de la Fiscalía, el acusado llegó al bar de la estación de servicio alrededor de las dos de la tarde y se tomó cuatro o cinco cervezas con un amigo. A las cinco entró en el establecimiento Lucas G., el hombre que minutos después fue tiroteado. Ambos se llevaban mal, muy mal, por unos enfrentamientos anteriores. Al parecer, José R. R. decía que Lucas  le había cortado decenas de olivos de una parcela de su propiedad. “Ya has cortado las olivas que tenías que cortar. Aquí has entrado vivo, pero sales muerto y yo me iré a la cárcel. Saca la navaja si quieres”, le amenazó el acusado, tal y como relata el Ministerio Público.
    En ese momento, el procesado sacó una pistola que tenía guardada en una funda anudada al cinturón. Se trataba de un arma de fogueo, que había sido manipulada para disparar munición real. Efectuó cinco disparos en un primer momento, mientras la víctima se protegía con un taburete. El fiscal asegura que el herido y José R. R. forcejearon y que Lucas G. cayó al suelo. “Allí, el acusado le descerrajó otro disparo más”, añade el Ministerio Público. No obstante, no considera que estos hechos supongan causar “un dolor innecesario al ofendido, que es la definición que el Código Penal da del ensañamiento. Por ello, tan solo acusa a José R. R. de un delito de homicidio en grado de tentativa, por el que pide ocho años de cárcel. Solicita tres años más de prisión por un delito de tenencia ilícita de armas. En cuanto a la responsabilidad civil, la fija en algo más de 22.000 euros.
    El abogado de la víctima sí considera que el tiroteo fue alevoso. Habla de que la agresión fue “predecible”, asegura que el acusado llevaba encima la pistola pese a que no tenía licencia para ello y recuerda que su cliente no tuvo apenas oportunidad de defenderse. Además, aclara que los seis disparos fueron dirigidos a zonas vitales. De hecho, Lucas G. todavía tiene dos proyectiles en el pulmón. Por ello, la acusación particular reclama un castigo de 13 años de prisión para José R. R. por un intento de asesinato y por la posesión de armas sin permiso. También pide que sea desterrado de La Guardia y que indemnice a la víctima con 44.000 euros. El juicio se celebra el martes en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial. Rafael Abolafia / Jaén