El fiscal acusa a seis de los quince detenidos por vender armas

En junio de 2010, la Policía culminó una espectacular redada contra el tráfico ilegal de armamento. Hubo quince detenidos que, presuntamente, se dedicaban a amañar armas inservibles o de fogueo para venderlas a delincuentes comunes. El fiscal ha presentado cargos contra seis de los arrestados, para los que pide penas que oscilan entre los 18 meses y los tres años de cárcel. 

    21 ene 2012 / 10:33 H.

    La bautizada como operación “Alhamar” permitió la incautación de un importante arsenal compuesto por ametralladoras, fusiles de asalto, rifles, pistolas, granadas, morteros y hasta un bolígrafo manipulado para disparar balas. Constituyó un durísimo golpe al tráfico ilegal de armamento, munición y explosivos. La investigación puso al descubierto que los quince detenidos se dedicaban a adquirir armas inservibles en subastas para, posteriormente, repararlas y venderlas a delincuentes de poca monta.
    No obstante, la Fiscalía solo ha presentado cargos contra seis de los arrestados por la Policía. Se han llevado la peor parte dos vecinos de Torredelcampo, padre e hijo, acusados de fabricar armas y comercializar con ellas. Para ellos, el Ministerio Público reclama tres años de cárcel.
    Una de esas operaciones de compra-venta puso sobre la pista a la Policía. Un vecino de Úbeda, perteneciente al clan de los “Pikikis”, les había pedido un encargo muy especial: quería que una pistola disparara como una ametralladora. Esa información llegó a los oídos de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Comisaría. El Juzgado de Instrucción número 4 de Jaén les dio permisos para “pinchar” teléfonos. Los agentes intervinieron las conversaciones del “pikiki” Armando M. C. y de los dos vecinos de Torredelcampo. Esa investigación puso al descubierto que no se trataba de un caso aislado, sino que existía un grupo, con ramificaciones en varias provincias, capaz de abastecer de armas a delincuentes comunes que acudían al mercado negro. De hecho, los dos torrecampeños mantenían contacto con otras personas con las que, presuntamente, intercambiaban y comercializaban armas de forma ilícita.
    Hubo detenciones en Tarragona, Almería, Castellón y en varios municipios de Jaén. En total, los arrestos por la operación “Alhamar” llegaron a quince. Se decomisaron 92 armas de diferentes tipos y calibres. Incluso, granadas, ametralladoras, cetmes y un mortero, que los miembros de esta red guardaban en sus casas. No obstante, el fiscal no ha presentado cargos contra nueve de ellos al entender que el armamento que se les decomisó estaba inutilizado y era inservible. La fecha del juicio, que se celebrará en un Juzgado de lo Penal, está aún pendiente de fijar, según confirman fuentes cercanas al caso. Rafael Abolafia / Jaén