El fervor hacia la Labradora también se siente en Madrid
Años cuarenta y cincuenta del siglo pasado. Numerosos marteños se ven obligados, en época de la dictadura, a marchar de la ciudad y “buscarse la vida” en otras comunidades. Muchos de ellos se asientan en Madrid, pero no pueden olvidarse de la Peña, el olivar, el casco antiguo y, mucho menos, de la “Reina” de Martos, la Virgen de la Villa. Son tiempos difíciles, pero a todos ellos les une ese sentimiento por su ciudad, por sus raíces. Sienten verdadera devoción por la Labradora y, un buen día, un grupo de emigrantes marteños deciden fundar una cofradía para honrar, en el barrio madrileño de Vallecas, a la Señora. Un sueño que se ve cumplido el 27 de marzo de 1959.

Desde entonces ha pasado mucho tiempo y, hoy, la cofradía no solo la forman esos emigrantes, sino también sus hijos, a quienes se les inculcó la devoción por la Virgen. Así lo indicó el hermano mayor de la cofradía madrileña, José Manuel Quesada, que precisó que, en la actualidad, hay unos ciento ochenta hermanos que están “orgullosos de sus raíces” y de “exponerlas en un barrio tan humilde como Vallecas”. De hecho, cada año celebran sus fiestas en honor de la Virgen de la Villa, que cuentan con el apoyo de vecinos que se trasladan desde Martos y de las autoridades locales. “Estamos muy agradecidos porque siempre nos acompañan”, explicó Quesada. Y los madrileños, cada Martes de Pascua, hacen lo propio y acuden a la procesión y la fiesta religiosa en el santuario marteño.
El día grande para la cofradía fue el domingo. Tras la misa en la parroquia de San José de Calasanz hubo una comida de convivencia. Por la tarde se celebró la procesión con la imagen de la Virgen de la Villa de Vallecas y durante el itinerario, como es tradicional, los alumnos de la Escuela de Baile Miguel Marchán ofrecieron una danza en acción de gracias a la Virgen. Asimismo, en días pasados se vivieron otros momentos muy especiales ya que, como explicó el hermano mayor, desde el jueves y hasta el sábado se ofició el triduo y el día 7 tuvo lugar el pregón, declamado por el padre franciscano Fernando Colodro, al que presentó el marteño José Cuesta.
El alcalde, Francisco Delgado, estuvo presente en las fiestas. “Me impresiona la amabilidad con la que nos tratan, y cómo no se olvidan de sus raíces aunque pase el tiempo”, manifestó, a la vez que explicó que, como es habitual, en la jornada de central se repartieron “los torraos de la salud”—garbanzos tostados— y aceite de ¡oliva. “Pasamos con ellos un día maravilloso y el templo estuvo lleno. Vallecas se vuelca con las fiestas de la Virgen de la Villa”, expresó.
Asimismo, la cofradía madrileña tiene otra fecha para no olvidar: el año 2005. Su imagen titular fue canonizada y la celebración, entonces, fue multitudinaria. En 2015, precisamente, se cumplirá el décimo aniversario de este “gran logro” de la hermandad.