El esperado acuerdo griego

Europa fija su mirada en Grecia mientras intenta alejarse cuanto antes del peligroso escenario de una salida de la eurozona. A priori, la última propuesta de Tsipras iba en buena dirección, pero parece demasiado pronto poder hablar de acuerdo. Las negociaciones se llevan con suma cautela pero ya sin margen para demasiadas florituras estrategas ni demoras que nadie favorecen y con la espada de Damocles de una hipotética huida de la UE· que para el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk sería una situación “incontrolable y caótica”. De momento, el aparente avance en las negociaciones ya ha tenido su repercusión positiva, con los índices bursátiles disparados, señal de que los mercados están deseosos también de un final feliz y cuanto antes mejor. En la cumbre que acaba de arrancar están puestas todas esperanzas y, a tenor de los prolegómenos, se puede ser optimista en cierta forma. Con todo, es preciso el recordatorio de que hay que actuar con seriedad y poner las cartas sobre la mesa desde el principio, dejar de lado juegos que se han calificado de regateos políticos y que solo dilatan la necesaria solución. En este contexto, llama la atención que la canciller alemana Angela Merkel,  ya ha restado hierro al asunto y califica la cumbre como meramente consultiva”. Lo que parece obvio, como sostienen muchos países, entre ellos el Ejecutivo de Mariano Rajoy, es que hay fijadas y establecidas unas reglas comunes para todos los socios comunitarios que son eso, comunes sin excepción, y por tanto nadie puede sentirse exento de respetarlas. El Gobierno de Tsipras tiene la responsabilidad y el deber inexcusable de actuar en ese marco, siempre por el bien de sus compatriotas griegos. 

    23 jun 2015 / 15:11 H.