El edificio que se vino abajo en septiembre será demolido
Los propietarios de las viviendas del inmueble de la carretera de Jaén que se vino, parcialmente, abajo hace un mes, cuando el hundimiento del piso inferior causó tres heridos leves, se reunieron con el alcalde, Carlos Hinojosa, y el edil de Urbanismo, Juan Ángel Pérez. Según explicó Hinojosa al término de la entrevista, celebrada el viernes, se acordó que en un plazo aproximado de dos meses estará listo el proyecto de demolición. Sin embargo no precisó de qué manera se costeará el derribo.
El alcalde sí especificó que edificio residencial y la nave situados a los lados no están afectados. De acuerdo con los planes actuales, la idea es tirar buena parte de la edificación que sufrió el derrumbe, aunque todo apunta a que podrán salvarse la parte de las escaleras y la zona posterior del inmueble. Por otro lado, la máxima autoridad local anunció que se ha procedido a la declaración de ruina de la construcción.
Los residentes en las dos viviendas del bloque, como expuso Hinojosa, se encuentran alojados, actualmente, en viviendas de familiares. En cuanto a los tres heridos, dos de ellos, el padre y el hijo del piso cuyo suelo se hundió, recibieron el alta el mismo día, mientras que una mujer —esposa y madre, respectivamente, de am-bos— también abandonó, posteriormente, el hospital, donde tuvo que ser sometida a cirugía, ya que presentaba lesiones vertebrales. Carlos Hinojosa manifestó que ninguna de las familias ha solicitado ayuda al Ayuntamiento de Alcalá la Real para el día a día.
El derrumbe ocurrió el 10 de septiembre de madrugada. Todo señala como posible causa a un fallo estructural, probablemente de un pilar. El piso inferior desapareció totalmente, mientras que el superior quedó, literalmente, colgado. Los heridos cayeron hasta el bajo, utilizado por la Asociación Alcalá Teatro, que almacenaba diversos enseres en el lugar. Carlos Hinojosa precisó que aunque este colectivo no es propietario del local, también está previsto ponerse en contacto con ellos. La fachada del edificio, vallado, permaneció en pie, aunque son visibles diversas grietas.