El dueño del solar plantea una permuta para salvar “El Lagarto”

La escultura del “Lagarto”, creada por José Ríos y el grafitero Belin, todavía puede salvarse de la excavadora. Hay una sentencia firme que obliga a la Junta de Andalucía a derribar el muro de contención donde está colgada esta obra de arte, porque esa pared dejó sin acceso una parcela de propiedad privada. Ahora, el propietario de esos terrenos, la promotora jiennense López Contreras, y el delegado de Fomento, Rafael Valdivielso, se han puesto manos a la obra para buscar una solución a un problema que levantó una enorme polvareda social cuando se dio a conocer la resolución de la Justicia. Y esa solución pasa por una permuta de terrenos, es decir, que la empresa que ha ganado el pleito reciba de la administración autonómica un solar como compensación a cambio de renunciar a la propiedad de la parcela que se quedó “encerrada” por el famoso muro y que pasaría al patrimonio de la Junta de Andalucía. Se trata de una salida que, de inicio, las dos partes ven con buenos ojos.

19 nov 2015 / 10:04 H.


Sin embargo, todavía hay que negociar. El abogado de la promotora López Contreras, Salvador Martín Valdivia, dice que las perspectivas son buenas. Algo en lo que también coincide el delegado territorial de Fomento, Rafael Valdivielso, quien está abierto a cualquier propuesta “constructiva”. Una actitud que contrasta con la mantenida por la Junta de Andalucía mientras el caso estuvo en los tribunales, ya que se cerró totalmente a cualquier posibilidad de diálogo con el propietario de los terrenos afectados por el muro del “Lagarto”.
Tras una primera reunión, mantenida el pasado martes, las dos partes fijaron un calendario para tratar de buscar una salida al conflicto. Hay cierta prisa para ello. ¿Por qué? El acuerdo debe cerrarse antes de que expiren los dos meses que hay de plazo para que el propietario de los terrenos pida la ejecución de la sentencia que obliga a la Junta a derribar la pared.
El primer paso en ese proceso de negociación ya está en marcha. Se trata de que una empresa de tasación ponga precio a la parcela que quedó sin salida como consecuencia de la construcción del muro de construcción. “Es necesario saber lo que vale”, afirma Rafael Valdivielso. “En un par de semanas, ese informe puede estar terminado”, confirma el abogado Salvador Martín Valdivia. Hay que tener en cuenta que esa parcela está afectada por ser una zona con restos arqueológicos.
¿Qué pasará después? La Junta deberá poner sobre la mesa su catálogo de solares. Hay una parcela, ubicada también en la misma zona que interesa, y mucho, a la empresa que ganó el pleito judicial. Pertenece a la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (AVRA), la antigua Empresa Pública del Suelo de Andalucía (EPSA). Este terreno ya ha salido a colación durante el proceso de negociación abierto entre las partes: “Hay buena predisposición”, insiste el letrado en esta parte de las conversaciones. Algo en lo que difiere el delegado Valdivielso. “Todavía es muy pronto para hablar de eso”, añade el representante de la Junta de Andalucía. “Lo que no voy a hacer es cerrar un acuerdo que sea perjudicial para la Administración. Si no queda más remedio, habrá que cumplir lo que dice la sentencia y derribar el muro”, añade, al tiempo que aclara que habría que estudiar la posibilidad de trasladar “El Lagarto” a otra ubicación.
Las dos partes han vuelto a emplazarse para seguir hablando una vez que se tenga la tasación de los terrenos afectados.
El conflicto judicial se produjo después de que la Junta construyera un muro de contención del distribuidor Norte en unos terrenos de su propiedad, pero que dejaron encerrada una parcela adyacente. Su propietario emprendió una batalla legal en el verano de 2012, apenas tres meses después de la inauguración del vial. Hace un mes, el TSJA le dio la razón y obligó a la Junta a derribar la pared, donde estaba colgada “El Lagarto”.

Una campaña de recogidas de firmas para no derribar “una obra de arte” 
La sentencia del TSJA que obliga a la Junta a derribar el muro de contención en el que se ubica “El Lagarto de la Malena” cayó como un jarro de agua fría en la sociedad jiennense, que temía perder uno de sus símbolos de identidad. Los primeros en alzar la voz fueron sus dos creadores, el escultor orcereño José Ríos y el grafitero linarense Belin. Los artistas no querían ni imaginar que su creación quedara reducida a un montón de escombros y pidieron que se preservara. Belin fue especialmente crítico con la posible demolición: “Es una burrada. No me canso de decir que es vergonzoso. Lo repito una y mil veces”, aclaró. Y añadió: “Si lo tiran, no vuelvo a trabajar más en la provincia”.
Los artistas no están solos en esta cruzada y han encontrado el apoyo popular. De hecho, a principios de esta semana, una ciudadana puso en marcha una campaña de recogida de firmas a través de la plataforma digital “Change.org”: “Dirigida a la autoridad competente. Que no derriben El Lagarto de Jaén”, se titula la iniciativa, que ya acumula más de trescientos apoyos en las poco más de 48 horas que lleva abierta. El objetivo es recabar el mayor número de firmas para preservar la obra de arte. Por ello, su impulsora, Nieves García, pide el respaldo de la sociedad jiennense, pues considera que “El Lagarto” es patrimonio de la ciudad.