El drama de los refugiados

Europa se muestra incapaz de ponerse de acuerdo en el drama de los refugiados, una crisis migratoria que ya se califica como un nuevo y terrible holocausto. La espeluznante imagen del cuerpo sin vida del pequeño Aylan en una playa ha sido un aldabonazo a la adormecida conciencia de un continente anestesiado con el goteo permanente de muertes de personas que solo buscan un futuro lejos de la guerra.

    07 sep 2015 / 10:00 H.

    La reunión del pasado viernes de los ministros de Asuntos Exteriores europeos apenas sirvió para escenificar el desencuentro y cruzar reproches, de manera que esta semana resulta decisiva para actuar antes de que la crisis vaya a más. No se puede centrar todo el debate en un problema de cuotas, de hasta dónde puede o quiere llegar cada país a la hora de acoger a refugiados, simplemente, porque no es un asunto de pesca o de producción agraria, sino de personas, de familias enteras que sufren y para las que cada día sin respuesta supone dilatar su angustia y sufrimiento. El éxodo es comparable al de la Segunda Guerra Mundial, con el epicentro en la frontera entre Austria y Hungría.
    Mientras, en España, particulares y organizaciones no gubernamentales de todo el país se ofrecen para acoger a refugiados, y desde Jaén mismo ya se escuchan voces como la del alcalde de Villatorres (IU), Sebastián López, que tiene previsto llevar la propuesta al próximo pleno, una medida que a buen seguro barajan también otros ayuntamientos jiennenses. La respuesta de la sociedad es solidaria a manos llenas, solo falta que las autoridades sean capaces de canalizar tantas ganas de ayudar y liderar un plan de actuación conjunto, de toda Europa, que dé respuesta al grito de auxilio de millones de refugiados.