El día de la gran 'lotería' de las oposiciones

Pepi Galera
Hoy, unos 3.500 jiennenses se juegan la gran lotería que son las oposiciones para la oferta de empleo público. Cuestión de preparación, templanza al escribir y el examen y, también, de algo de suerte. Estos opositores luchan por una de las más de cuatro mil plazas que se ofertan en este año, de las que 3.141 son de Educación Secundaria. Opositar se convierte en una de las opciones preferidas por los universitarios al acabar sus estudios. Un objetivo nada fácil de conseguir en el que se tiene que invertir mucho tiempo y, sobre todo, esfuerzo. La recompensa: un trabajo “para toda la vida”.

    27 jun 2010 / 09:42 H.

    Pero el perfil del opositor no sólo abarca a jóvenes que acaban de obtener un título universitario. Entre los opositores también se pueden encontrar personas de 35 a 40 años que quieren dar un cambio a su vida laboral. También es variada la forma de concursar: están los que se preparan en una academia especializada, los que estudian con su propio material desde casa, los que tienen un tutor o preparador personal y, por último, los que se presentan intermitentemente a algunas convocatorias, por probar, con un material recopilado de otros compañeros o de internet. Sea como sea, todos ellos se juegan sus cartas en un par de exámenes, después de meses de estudio, sacrificio y mucho esfuerzo. Por eso, deben estar bien preparados tanto académica como psicológicamente. Nervios, cansancio, pesimismo y falta de motivación son los peores enemigos del opositor con la llegada del examen que se celebra hoy en las universidades andaluzas, donde miles de personas se enfrentan al reto de dejar en manos de un examen buena parte de su futuro. En este caso, de la oferta de empleo público docente de la Junta de Andalucía, este primer examen corresponde a la “parte escrita” y, a partir del 1 de julio, proseguirá la segunda parte de esta prueba, que será fundamentalmente oral, dependiendo de la especialidad. La oposición se desarrolla en una única prueba dividida en dos partes: una teórica en la que, además, los aspirantes deberán presentar ante el tribunal una programación didáctica de la especialidad a la que optan; y el desarrollo de una unidad didáctica. El profesorado interino podrá sustituir esta última por un informe de la Administración educativa que acredite estos conocimientos. La especialidad de Música del cuerpo de profesores de Enseñanza Secundaria, las especialidades del cuerpo de profesores técnicos de Formación Profesional y las Enseñanzas Artísticas contarán, además, con una prueba práctica. Una vez superada la fase de oposición, en el concurso se valorarán los méritos aportados por los aspirantes, que incluyen la experiencia docente y la formación académica.
    La oferta de empleo público docente para 2010 es de 4.119 plazas, de las que 3.141 corresponden a Enseñanza Secundaria,  363 son de profesores técnicos de FP, 113 son de profesores de Escuelas de Idiomas, 405 para Música y Artes Escénicas, 66 para profesores de Artes Plásticas y Diseño y 31 de maestros de taller de Artes Plásticas y Diseño. Como es habitual en todos los procedimientos de acceso a la función pública de la Junta de Andalucía, se reservará un 5% de las plazas para personas con discapacidad cuyo grado de minusvalía sea igual o superior al 33%. Esta oferta no sólo es la más cuantiosa del país en número de plazas de Secundaria, sino que también es la mayor en el conjunto del empleo público de la Junta de Andalucía para este año.
    Pero no todo son buenas noticias para el opositor. En esta ocasión, el número de plazas convocadas se ha reducido a la mitad en relación con la convocatoria de hace dos años, pasando de 9.089 puestos a 4.119 en toda Andalucía. Casi 5.000 personas se examinaron entonces, hace dos años, en las instalaciones de la Universidad de Jaén. A pesar de que, por la situación económica actual, se intuía un aumento en el número de aspirantes a esta oferta de empleo público, se ha reducido y la cifra se quedará en unas 3.500 personas, según la Junta de Andalucía. 
    Pero sólo un pequeño porcentaje conseguirá el objetivo final. Según las estadísticas, la mayor cantidad de aprobados se halla entre los que dedican una jornada de ocho horas diarias, seis días a la semana, y asisten asiduamente a clases en una academia que les informa, hace simulacros de exámenes y actualiza el material periódicamente. Estudiar durante tantas horas, con la incertidumbre de un objetivo que no se sabe cuándo se podrá conseguir, es de por sí suficientemente difícil como para hacerlo solo. Por esta razón, la alternativa de la academia es ventajosa desde el punto de vista formativo y también añade un apoyo emocional al compartir la experiencia entre más compañeros y contar con el asesoramiento de profesores. Además, es bueno que el opositor se relacione con personas que lleven el mismo estilo de vida, porque le será costoso afrontar el hecho de tener que decir “no” muchas veces a actividades de ocio con personas que llevan otro ritmo de vida, alejadas de la rígida rutina del futuro funcionario. Opositar no es cursar meramente unos estudios, requiere de un esfuerzo y una constancia mayor de la que se necesita para otro tipo de formaciones.
    Entre las recomendaciones más habituales que hacen los profesionales para los opositores están enfocar este periodo de preparación como un trabajo, al que hay que dedicar un tercio del día, con la ventaja de no tener que desplazarse y poder hacerlo desde casa. Aunque no esté remunerado mensualmente, hay que visualizar la recompensa final de conseguir una plaza fija. También aconsejan quedar con los compañeros de academia para intercambiar conocimientos y ensayar la prueba oral que se incluye en muchas oposiciones.
    Para que esta etapa no sea un peligroso detonante en la salud mental del opositor no hay que perder de vista que no es un simple examen, sino que es una evaluación, en la que compiten las puntuaciones de todas las personas que comparecen. Hay factores ajenos, que no se pueden controlar, pues el resultado no sólo depende del rendimiento de un opositor.
    En este sentido, también es importante no olvidarse del cuidado de la salud física, dormir al menos ocho horas y llevar una alimentación rica en vitaminas y minerales. También es conveniente descansar un día a la semana, que se dedique a actividades gratificantes, a ser posible al aire libre. A pesar de la necesidad de expresar temores, nervios e incertidumbre, es mejor intentar conceder más espacio a hablar de otras cosas positivas y no relacionadas con la oposición.