El desprendimiento de taludes causa daños en la zona de Linares-Baeza
Un problema que desde hace años se encuentra a la espera de soluciones. No es la primera vez que el desprendimiento de taludes del margen derecho del río Guadalimar ocasiona daños en la Estación de Linares-Baeza. El último, el registrado a finales de la pasada semana, afectó al sistema de alcantarillado. Es por eso que desde la Entidad Local Menor se reivindica que se acometa el proyecto de consolidación, con el principal objetivo de evitar, dentro de sus posibilidades, estas situaciones y los daños materiales que ocasiona la crecida del río cuando se producen intensas precipitaciones.
“Justo el martes, mantuve una reunión con José Martín, ingeniero jefe de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir en Jaén, y se comprometió a acometer los trabajos lo antes posible. Tan solo dos días después se produjo el desprendimiento de taludes, por lo que esperamos que se aceleren los pasos para evitar el posible riesgo que este tipo de situaciones pueda conllevar para las personas”, explicó el alcalde de la Estación de Linares-Baeza, José Luis Díaz Martínez. Mientras tanto, en la mañana de ayer esperaba la visita de uno de los técnicos de la Confederación para tratar sobre la reparación de los daños en el alcantarillado.
Por el momento, el acceso está garantizado por esa zona, pero el regidor propone a los vecinos que no se utilice esa parte trasera de las viviendas para evitar posibles riesgos en el caso de que la situación se repita, “puesto que los desprendimientos no se pueden controlar”. “Lo que esperamos ahora es que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir acelere los trabajos”, manifestó.
En concreto, el proyecto contaba inicialmente con una inversión de aproximadamente unos 300.000 euros: “Esa es la cifra que pusieron sobre la mesa hace dos años, que es el tiempo que llevamos a la espera de que se acometa la intervención”. Un presupuesto que, según recordó, se encuentra aprobado y comprometido, y que por el momento no se ha ejecutado. Se trata de una de las intervenciones más esperadas y a tenor de las nuevas circunstancias, de las más “urgentes” de las que tienen previstas en la Estación de Linares-Baeza para este año.