El desierto

Fernando Cuesta Garrido desde Vitoria. Nos encontramos en una situación económica en la que la recesión se está convirtiendo en algo habitual. La crisis por la que estamos atravesando está dejando a la sociedad en una situación muy difícil. La falta de empleo es el gran detonador que puede activarse en cualquier momento.

    02 may 2012 / 10:48 H.

     Durante los dos últimos años, nuestros dirigentes políticos han demostrado una total falta de compromiso para con los ciudadanos. No han querido o no han sabido diseñar una estrategia clara para evitar que nuestro país cayera en una depresión que después de tanto tiempo continua acompañándonos. La herencia que el nuevo Ejecutivo ha recibido no es nada envidiable. Ningún gobierno democrático ha recibido un legado tan nefasto como el que le ha correspondido al Partido Popular. Además con un añadido escalofriante. Quienes perdieron las elecciones no estuvieron muy acertados en dar el relevo a quienes habían sido elegidos por los ciudadanos para reconducir el país.
    Cometieron el gran “error” de no decir la verdad acerca del endeudamiento del estado. La UE ha confirmado lo que desde el PP ya habían anunciado. El déficit del pasado ejercicio no fue de un 6% como el gobierno socialista decía, sino de un 8,5%. Dos puntos y medio más que todos los españoles tenemos que pagar.
    A pesar de ello, los mismos que mintieron, los mismos que dilapidaron las arcas del Estado, las arcas de todos, se atreven a llamar a las familias a defenderse. Yo me preguntaría defenderse de qué. Defenderse de una izquierda populista, sectaria y antigua. De una izquierda que no ha sabido encontrar el lugar ideologico más conveniente para su filosofía desde que el muro de Berlín se viniese abajo. El socialismo español no ha recibido el respaldo mayoritario de la sociedad y por lo tanto debe contener en muchas ocasiones su lenguaje. Acusar de desmantelar el Estado de Bienestar al PP no solo no es verdad sino que además con dicha crítica el prestigio que pudiera haber conservado la izquierda puede que esté a punto de desaparecer.