El deseo de una solución definitiva “cala” en El Condado
La normalidad vuelve a El Condado. Tras el anuncio de que el agua era, de nuevo, “apta” para el consumo, los camiones cisterna dejaron las calles de los municipios de la comarca. Ahora queda una especie de “resaca”, el mal sabor de boca que dejan estos cinco días sin saber cuánto tiempo quedaba hasta poder volver a beber agua del grifo, cocinar con ella, sin depender de una garrafa o qué era lo que estaba pasando con el suministro. Sin tener una explicación de qué son realmente los “trihalometanos”, esa sustancia química en altos niveles en el suministro de doce núcleos de población de esta comarca, no trece como se informó al principio, ya que, aunque forma parte de la red, Arquillos se abastecía, desde hace un par de meses, de un sondeo propio.
La normalidad vuelve a El Condado. Tras el anuncio de que el agua era, de nuevo, “apta” para el consumo, los camiones cisterna dejaron las calles de los municipios de la comarca. Ahora queda una especie de “resaca”, el mal sabor de boca que dejan estos cinco días sin saber cuánto tiempo quedaba hasta poder volver a beber agua del grifo, cocinar con ella, sin depender de una garrafa o qué era lo que estaba pasando con el suministro. Sin tener una explicación de qué son realmente los “trihalometanos”, esa sustancia química en altos niveles en el suministro de doce núcleos de población de esta comarca, no trece como se informó al principio, ya que, aunque forma parte de la red, Arquillos se abastecía, desde hace un par de meses, de un sondeo propio.

“Tenemos la sensación de importar muy poco a los responsables de todo esto, unos y otros, desde Confederación, a Salud, a Somajasa y a los ayuntamientos”, explica un joven de la comarca. “Solo hemos vivido un intercambio de acusaciones y la información recibida, muy escasa”, destaca. “¿Cómo se han enterado las personas mayores, —gran parte de la población de estos municipios— que no entra en internet o las redes sociales de las novedades?”, se pregunta. Esta ha sido una de las herramientas, además de los bandos municipales, con las que se ha procurado informar en cada municipio de la novedades en cuanto a la prohibición de beber agua y su levantamiento posterior. Él, por ejemplo, echa de menos megafonía por las calles para saber a qué horas y donde estarían los camiones cisterna. “Al final, la solución para la mayoría ha sido comprar agua embotellada. Un agua que ya pagamos, y bien, en los recibos”, defiende. Pero el problema no es nuevo, llueve sobre mojado y la paciencia flaquea: “Llevamos así más de diez años. Es desesperante. Si tecleas en internet agua en El Condado, encuentras noticias de 2004, cuando también hubo problemas de contaminación, y otros de suministro”, concluye.
Este es solo un punto de vista que refleja un malestar que la organización de consumidores Facua también manifestó con un comunicado. “Lo que sucede con el agua contaminada en la comarca del Condado es una dejadez de todas las administraciones en todos sus ámbitos”, dice. “Facua Jaén denuncia que los más de 20.000 vecinos de la comarca sufren deficiencias en sus sistemas de agua no ahora, si no desde años atrás, ya lo denunciamos en varias ocasiones, por así manifestárnoslo no solo nuestros socios si no muchos usuarios vía telefónica, con las roturas de las conducciones o no poder hacer uso del agua en época estival, tal y como ahora sucede”, añade. “Y lo que sí es cierto es que no son los usuarios los responsables, que ya pagan un alto precio por el agua y son los que sufren las consecuencias de tanta dejadez”, continúa. Y concluye con la petición de que se amplíe la información.
Por el momento, solo queda esperar que las obras de sustitución de las tuberías que se iniciaron hace un par de semanas concluyan lo antes posible y acaben, al menos, con los problemas de suministro.