El desempleo se hace “crónico”
El comportamiento del desempleo el pasado mes fue positivo o negativo según el punto de vista desde el que se analice. De esta manera, si bien resulta cierto que octubre de 2015 se cerró con 1.444 —643 hombres y 801 mujeres— inscritos en la oficina local, con una subida de 53 respecto a septiembre —un repunte muy similar al que hubo en el mismo mes de 2014, cuando creció en 51—, también es verdad que, en términos interanuales, se da un descenso en 72 desocupados.
No obstante, la estadística permite constatar que la recuperación económica no se traslada a una reducción drástica de las colas de desempleados. En este sentido, queda patente que salvo durante la época de la recolección de la aceituna —diciembre, enero y febrero—, durante todos los meses la cifra de parados está por encima d 1.300 personas, con leves vaivenes. Este problema se repite durante los últimos años e indica que el nivel desempleo en Alcalá es algo “crónico”. En cambio, el verdad que se ha bajado de las cantidades de récord alcanzadas durante el pico de la crisis, con 1.753 parados en marzo de 2013.
De cualquier manera, quedan lejos los números “idílicos” de los años de bonanza económica. Por ejemplo, en enero de este año, la cantidad de desempleados era de 696 y en el peor mes de 2006, noviembre, los desempleados inscritos eran 822. La última vez que el paro quedó por debajo del millar de personas fue en enero de 2011.
Un aspecto curioso radica en la distribución por sexo de los desempleados. Si bien la cuantía prácticamente se igualó en 2012 y 2013, excepto en el periodo correspondiente a la recolección de la aceituna, con la recuperación económica y el paulatino aumento de la contratación la brecha vuelve a abrirse y ya es superior a 100 y, en ocasiones, a 150.
En lo que atañe a otras variables, la cantidad de demandantes de empleo —en el que se suman los parados y quienes quieren mejorar su trabajo—, tiende a estabilizarse en torno a 3.500 personas, casi el triple que en enero de 2005. Los eventuales agrícolas subsidiados, perceptores del antiguo PER, sumaban a finales del pasado mes 740 —236 hombres y 504 mujeres— y se sitúan en la tónica de los últimos años. Como ocurre con las demás variables su número se reduce de manera drástica durante el periodo de recolección oleícola.
En la contratos se aprecia cierto dinamismo, con 925 —556 para hombres— frente a 892 del mismo mes de 2014. Los servicios registraron 535. No obstante, sigue dominando la temporalidad, con solo 47 indefinidos.