12 mar 2014 / 23:00 H.
Desde Girona. En el debate sobre el estado de la nación, el presidente del Gobierno evitó responder a los reiterados embates del secretario general del Partido Socialista a propósito de la reforma de la ley del aborto en un intento de desviar la atención sobre los puntos principales de la sesión parlamentaria, es decir, los signos de recuperación económica, en algo diametralmente diferente. La defensa del concebido no nacido y del derecho a la maternidad de la mujer, que están en el centro de la ley en ciernes, exigirán en su momento, cuando finalmente se presente el proyecto en el Congreso, un debate exclusivo que consumirá mucho más tiempo de lo que ayer se dirimía, es decir, el estado real en que se encuentra España a los dos años del Gobierno del Partido Popular. Dos maneras de ver las cosas, diametralmente opuestas que, en suma, vienen a dar el tono de lo que será la ya inminente campaña electoral para las elecciones europeas del 25 de mayo. El PSOE tiene previsto elevar la temperatura de la campaña con su propósito de incluir en su programa la vuelta a la ley de plazos del aborto de 2010 en el caso de que la reforma elaborada por el ministro de Justicia sea finalmente aprobada gracias a la mayoría del Partido Popular, así como la ley de seguridad ciudadana —que se encuentra en trámite— y de la reciente ley de educación.