El deporte ciencia hace crecer la ciudad con mil visitantes
La concentración y el silencio reinan en El Pósito desde hace semanas con motivo de la celebración de los Campeonatos Nacionales de Ajedrez, tras el Iberoamericano celebrado en el mes de julio. Según las estimaciones de la organización, en torno a unas mil jugadores, con sus respectivos acompañantes, llegaron a la ciudad de manos del denominado deporte ciencia.
El campeonato, además de mantener el vínculo histórico entre la ciudad y esta disciplina, supone un importante revulsivo económico para Linares.
Una muestra de ello es la ocupación hotelera y, en este sentido, Andrés Moreno, jefe de recepción del hotel Aníbal, el establecimiento oficial del torneo, apunta que, gracias al ajedrez, agosto no ha sido “un mes catastrófico” hasta la llegada de la Feria de San Agustín. “Hemos pasado de entre un 10 y un 15 por ciento de ocupación a un 60 o 70 con ellos”, subraya.
Pero durante su estancia en la ciudad, las delegaciones no viven solo la intensidad de sus partidas, sino que aprovechan los recursos que ofrece Linares. Y es por ese motivo por el que se ha puesto en marcha una experiencia piloto con la Asociación de Comerciantes e Industriales para que unos 62 establecimientos aceptaran unos tickets a modo de dinero, para que las delegaciones puedan consumir. Se han puesto en circulación 12.000 euros, y la acogida es positiva por parte de los participantes.
“Las mañanas las aprovechamos para conocer la ciudad y realizar compras. Nos movemos bastante, porque después de las partidas es un placer, cuando refresca, salir por la noche para disfrutar del tapeo con todo el equipo”, indica Jesús Quevedo, presidente del Club de Ajedrez Solvay, de Torrelavega (Cantabria), que ejerce la función de delegado de dos equipos que se encuentran entre los mejores del país. A ello suma el trato de los vecinos. “Llegamos al hotel y te reciben como si fueses a casa de un familiar. Y luego sales por la calle y a cada paso que das vives algo de ajedrez. La ciudad está muy integrada en este deporte, arte, juego o como se quiera llamar”, juzga. En este punto coincide Elizbar Ubilava, un gran maestro internacional, que aunque, de Georgia tiene la nacionalidad española, y ha entrenado a los campeones del mundo Viswanathan Anand y Anatoly Karpov. “Desde 1987, que es la primera vez que vine con Karpov, empezó mi relación con Linares, conocida por la mayoría de la gente como ciudad del ajedrez. Tengo amistad con mucha gente que nos trata como en casa. Son muchos los recuerdos que guardo de la ciudad”, afirma este experto jugador.