El delantero paciente que conquistó el corazón azulillo

Rafa Payán ha caído de pie en Linarejos. El máximo artillero del equipo, nacido en Barcelona, aunque criado en Granada, se ha ganado el corazón de la afición azulilla, a pesar de que sus inicios en la ciudad no presagiaban tal idilio. “Al principio hubo dudas, porque era de fuera y sé lo que esta gente ha sufrido con la desaparición. Con el paso de las jornadas, esa desconfianza ha evaporado y me siento muy feliz en Linares y en el vestuario”, subraya. De sus remates y de sus asistencias dependen buena parte de las aspiraciones de éxito del Linares en las eliminatorias por el ascenso. Un desafío que Rafa Payán asume con la misma responsabilidad y con tranquilidad con la que perfora las porterías rivales. Le ayuda su forma de ser y de entender la vida.

13 may 2014 / 22:00 H.

“Me considero una persona objetiva y trato de relativizar las cosas al máximo para darle la importancia justa”, explica mientras atiende a su hijo Lucas, de un año. Tímido hasta en el éxtasis del gol —el premio supremo del delantero—, el granadino, que lleva anotados 19 goles, se siente identificado con el proyecto deportivo que defiende el Linares y es consciente de lo que sus tantos aportan al hincha. “No vivo ajeno a los problemas de la gente. Soy consciente de que la crisis que hay en Linares, porque, de una manera u otra, todos la sufrimos. Lo único que intento es que, al menos, el tiempo que estén en el estadio se lo pasen bien”, dice agradecido.
A diferencia de otros delanteros, Rafa Payán, criado en los escalafones inferiores del Granada 74, no es futbolista desde la cuna. “A mí lo que me gustaba era el baloncesto. Pero en el Albaicín no había canastas, solo pelotas de fútbol. Empecé a jugar en el equipo del barrio y encima de portero hasta que, con el paso del tiempo, fui subiendo posiciones”, recuerda. Rafa Payán se instaló en una de las zonas más bellas y monumentales de Granada a los 8 años y, desde entonces, allí sigue. “El cantante de 091 es mi vecino”, apunta, después de desvelar que la lectura y la música son dos de sus grandes pasiones. Reventó las redes con la camiseta del Granada 74, hasta que decidió emprender su carrera en la Tercera División. Rafa Payán, que no posee perfil en Facebook ni cuenta en Twitter, es futbolista habilidoso, con una capacidad extraordinaria para el regate y una excelente definición que, sin embargo, no ha explotado más allá del fútbol modesto.
Sin embargo, en todos los lugares que ha estado siempre ha respondido. El delantero del Linares Deportivo es clave en los planes de Antonio José García, “Torres”, que ya lo quiso repescar del Maracena en el mercado invernal de la pasada temporada, pero falló el dinero. A sus 33 años, y con siete promociones a Segunda B a sus espaldas —solo ascendió en una, con el Arenas de Armilla—, está firmando el mejor curso de su carrera hasta el momento, con 19 goles en 36 encuentros.
el rival. Payán admite que el Terrassa es un “duro rival”. “Es, al igual que el Linares, un equipo con prestigio en el mundo del fútbol. Entraron en la fase de ascenso en el tiempo añadido y eso es un plus de motivación para ellos. No obstante, creo que la eliminatoria está igualada y los dos equipos partimos con las mismas opciones”, prevé. Payán compartirá línea de ataque en el Olímpico con Corbacho o con Vitu, con los que se entiende a la perfección —“son grandes chicos”, añade— y con los que espera celebrar el salto de categoría.