El Defensor del Menor atiende 33 solicitudes de protección
Los jiennenses no recurren demasiado a la figura del Defensor del Pueblo Andaluz cuando tienen a menores en peligro. Tal vez porque no conocen sus funcionen, porque sean capaces de solucionar el problema por otros canales o, a lo mejor, porque no confían en que les arregle el problema. Durante el año pasado, el Defensor del Pueblo Andaluz, que también lo es del Menor, Jesús Maeztu Gregorio de Tejada, recibió 33 solicitudes de ayuda en la que había niños en peligro.

Hubo 6 que llegaron desde la capital; 4 desde Andújar y 3 de Linares y Úbeda, lo que hicieron que se convirtieran en los municipios con más necesidades de auxilio —también son los más poblados—.
La mayoría estuvo vinculada a las consecuencias de la depresión económica, que ha hecho que muchos pequeños y sus familias tengan serios problemas para salir adelante o que se encuentren con barreras o limitaciones que le impiden realizar la actividad como un pequeño más. “Nuestra Institución ha sido fiel testigo de esta dura realidad: familias a las que la actual coyuntura económica castiga despiadadamente llevándolas a un empobrecimiento abrupto, obligándolas a abandonar sus viviendas habituales por impago, o impidiéndoles hacer frente al abono de suministros básicos como la luz o el agua. Y como siempre, los más perjudicados de esta situación son los menores de edad”, afirma Jesús Maeztu Gregorio de Tejada. Asimismo, echa en falta una mayor implicación de las administraciones públicas para solucionar problemas: “La pobreza infantil en Andalucía, al igual que ocurre en el resto de España, se ha agravado de manera muy intensa con la crisis económica y, lo que es peor aún, ha comenzado a cronificarse. Hemos sido receptores del grado de desesperanza de muchos padres que no pueden mantener a sus hijos y de la falta de respuestas eficientes y eficaces de los poderes públicos”.