El Cristo de los valdepeñeros desfila en procesión hasta la iglesia de Santiago Apóstol
JUAN ANTONIO CABRERA / VALDEPEÑAS
Todas las miradas iban dirigidas hacia el Señor de los valdepeñeros. El Cristo de Chircales dejó su ermita, llegó hasta las Eras de Santa Ana y partió en procesión hasta la iglesia de Santiago Apóstol. La noche anterior, los vecinos disfrutaron con la actuación de los grupos locales en la Caseta.
Todas las miradas iban dirigidas hacia el Señor de los valdepeñeros. El Cristo de Chircales dejó su ermita, llegó hasta las Eras de Santa Ana y partió en procesión hasta la iglesia de Santiago Apóstol. La noche anterior, los vecinos disfrutaron con la actuación de los grupos locales en la Caseta.
Valdepeñas se viste de gala y celebra por todo lo alto su Feria y Fiestas en honor del Santísimo Cristo de Chircales. Los actos comenzaron el día de la víspera, el 31 de agosto, con la inauguración del alumbrado y las actuaciones de grupos locales en la Caseta Municipal. Las Marchosas y JB interpretaron temas como “La Jota de Valdepeñas” y “Las Valdepeñeras”, mientras que Felisa Almagro, Samuel y Elena Cano deleitaron al público con la canción española, acompañados a la guitarra con Rafael y Luis, y la percusión de Cayetano. Por su parte, Laura Marchal puso en escena la danza árabe y Juana Mari Escabias y su escuela de baile ofrecieron las mejores sevillanas, a la vez que la escuela de danza de Raquel Damas presentó a sus jóvenes alumnas. La velada dio paso a la coronación de las reinas de las fiestas —la juvenil, Pastora Gallego Abril y la infantil, Adelaida Jiménez Torres— y a los míster —el juvenil, Germán Delgado Peinado, y el infantil, Manuel Jiménez Valls—. Fueron coronados por la alcaldesa, María de la Paz del Moral, y por la concejal de Festejos, Ana Sánchez.
La celebración continuó en la Caseta hasta altas horas de la madrugada y también en casas y cocheras, donde los jóvenes, sobre todo, pasaron la llamada Noche de las Migas. Por otro lado, ayer a las ocho de la mañana, el repique de las campanas y el disparo de los cohetes anunció a los valdepeñeros y a los visitantes el comienzo oficial de la feria, que contó también con una gran cabalgata de gigantes y cabezudos, que recorrieron las calles acompañados de la Agrupación Musical Benito Ortega y que finalizaron en la Plaza de la Constitución. En la primera mañana, asimismo, se celebraron otros juegos como “Busca el Tesoro”.
En cuanto al programa de cultos de la Cofradía Matriz del Cristo de Chircales, comenzaron con el recibimiento de la hermandad filial de Jaén a la entrada del municipio. Un nutrido grupo de devotos se trasladó desde la capital para asistir a los actos de estos días, esto es, a las dos procesiones del venerado lienzo por las calles del pueblo y las dos funciones religiosas en la parroquia. A las cinco de la tarde, el Cristo de Chircales llegó desde su ermita hasta las Eras de Santa Ana. Los costaleros, cansados pero ilusionados, recorrieron el camino para esperar, luego, la hora del desfile.
La procesión, ante la lluvia y la amenaza de más precipitaciones, se hizo de rogar. Sin embargo, el Cristo de los valdepeñeros realizó su salida triunfal y caminó rodeado de vecinos y devotos de numerosos municipios por la calle Bahondillo, donde los “vivas” al Señor de Chircales eran continuos, y donde las miradas al lienzo eran más que profundas. Con lágrimas de súplicas y agradecimiento, los mayores transmitieron su fe a los jóvenes. La tradición centenaria pasó, una vez más, de generación en generación. Todo un pueblo esperó durante un año la llegada del 1 de septiembre para honrar a su Señor y pedirle protección.
Por otra parte, los actos continúan hoy, a las doce de la mañana, con la celebración de una fiesta religiosa en la iglesia de Santiago Apóstol, a la que asisten tanto las autoridades locales como las cofradías de Valdepeñas y de la capital.