26 jul 2014 / 22:00 H.
El problema de infraestructuras del sistema en alta de aguas de la comarca del Condado es histórico. Desde hace más de veinte años sufren unas conducciones obsoletas que hacen que los cortes se sucedan y dejen a la población pendiente de camiones cisterna y sin las garantías de un servicio básico. A partir de 2007 los “achaques” del sistema agravaron la situación y las incidencias se sucedían por toda la comarca. Las obras emprendidas esta semana por el Gobierno central y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir consistirán en la sustitución de tuberías en dos tramos que abarcan unos veintidós kilómetros. Tienen un presupuesto de 3,7 millones de euros y con las nuevas tuberías se paliará, en parte, alguno de los problemas. No es mucha inversión para la grave dificultad que soluciona, ya que el mismo día que se “inauguraban” las obras Santisteban del Puerto volvía a sufrir un corte prolongado. Con máximas de cuarenta y dos grados es un verdadero suplicio que, en pleno siglo XXI, esta comarca jiennense siga con este problema. Es difícilmente explicable que se sucedieran las legislaturas y que no se realizara obra alguna para solucionar un asunto que afecta a veinticinco mil habitantes. En este sentido no cabe vanagloriarse de unas obras y una modernización de infraestructuras que debería haberse hecho antes. Si bien es cierto que dentro del Plan Activa, puesto en marcha cuando gobernaba el PSOE, se recogían inversiones en esta comarca para ello, no lo es menos que ni durante su mandato ni con la llegada al poder del PP se solucionó el tremendo olvido histórico. El Condado se merece que, en esta ocasión, aunque tarde, muy tarde, se acabe de una vez con los cortes de agua.