El complicado camino hacia la reactivación de la economía
El hecho de que la provincia de Jaén tenga a cerca de cincuenta mil personas sin empleo debe hacer reflexionar tanto a la administración como a los agentes sociales implicados de alguna forma en el proceso productivo. En la región, la cifra global de parados supera ya las 803.000 personas, un dato que no por esperado, hay que tomarlo con frivolidad.
El mes de agosto deja desde hace años un incremento en la cifra de registrados en el Servicio Andaluz de Empleo, una subida que en el caso de Andalucía hay que matizar que es la más leve desde hace tres años. Sólo en un año casi 190.000 andaluces han perdido su empleo, en todos los sectores, aunque en este último mes haya sido el servicios es el más perjudicado, como también cabía esperar.
La necesaria reactivación económica del país tarda en llegar y los indicadores que se dan a conocer no apuntan a que se pueda producir, al menos, a corto plazo. Desde los sindicatos se demandan más actuaciones encaminadas a superar las deficiencias del tejido productivo y crear empleo estable y de calidad. Los empresarios han aprovechado el mal dato del paro para subrayar su postura de que el mercado de trabajo necesita que se acometan reformas estructurales como única solución para solventar los efectos de la crisis. Hasta ahora, las medidas y planes adoptados tanto desde el Gobierno central como desde otras administraciones no terminan de dar los frutos esperados. Si el objetivo de los conocidos planes E y Proteja era frenar el desempleo, con los datos en la mano hay que asumir que algo ha fallado. Los esperados signos de recuperación de la economía no llegan y es cada vez más urgente encaminar todas las medidas en esa dirección, antes de que sean las propias arcas del Estado las que entren también en una peligrosa espiral, con un déficit que ya alcanza al 4,69 por ciento del PIB nacional.