El caso de Marta avanza hacia la celebración del juicio
El asesinato de Marta del Castillo avanza por la vía judicial con la presentación del escrito de la acusación particular, que reclama una condena de más de cincuenta años de cárcel para el asesino confeso de la joven, ocho para su hermano por encubrimiento y tres para el que, presuntamente, ayudó el fatídico día a esconder el cadáver.
En breve será la Fiscalía la que presente su escrito de acusación y, después, los abogados defensores de los implicados ejecutarán el trámite. Se dan así los pasos para llegar a la celebración del juicio en la Audiencia Provincial de Sevilla, que es la instancia que debe determinar la fecha, en función de la carga de trabajo. La importante carga mediática de este asunto debe suponer un elemento acelerador de todo este proceso, para evitar que se dilate más en el tiempo y, con ello, el sufrimiento que arrastran la familia y los amigos de la víctima. No se puede olvidar que, un año después del crimen, el cuerpo de la joven no ha aparecido todavía, pese a los intensos episodios de búsqueda, tan minuciosos como estériles. Por ello, el letrado de la familia ha añadido en su escrito cinco meses de prisión por profanación de cadáver.
Con el debate sobre la cadena perpetua que se ha reabierto a la sombra de este asunto, hay que tener en cuenta la complejidad de un caso que se va a juzgar en dos instancias diferentes, cuatro acusados en la Audiencia y otro en el Juzgado de Menores, con todo lo que ello añade de complejidad a la situación. Es preciso que, a quien corresponda, reflexione sobre esta circunstancia que, desde luego, no será específica de este caso, pero que sí tendrá más repercusión mediática, sin duda alguna, por todo lo que pueda crear de precedente. Se pueden producir, cuanto menos, extrañas paradojas a la hora de sentenciar un mismo caso por dos juzgados con diferentes normativas a las que acogerse.