El cariño de una familia 'sustituta'
María José Ortega/Jaén
El acogimiento familiar es una alternativa para aquellos menores que, por diversas circunstancias, se quedaron sin la estabilidad de un hogar. Es un modo altruista de ayudar a un 'pequeño desconocido' a mirar sin miedo hacia el futuro. La Asociación para la Promoción del Acogimiento Familiar busca a esas familias solidarias.
El acogimiento familiar es una alternativa para aquellos menores que, por diversas circunstancias, se quedaron sin la estabilidad de un hogar. Es un modo altruista de ayudar a un 'pequeño desconocido' a mirar sin miedo hacia el futuro. La Asociación para la Promoción del Acogimiento Familiar busca a esas familias solidarias.
En la provincia hay once niños que esperan recibir el cariño, los cuidados y la protección que solo se obtiene en una familia. Son menores con un pasado inestable y con un futuro incierto. Su única alternativa es la permanencia en un centro de acogida, por lo menos, hasta la mayoría de edad. En otros casos, mientras se valora la situación de la familia biológica que, por diversas motivos, no puede hacerse cargo del pequeño, este tiene que ingresar, de manera temporal, en el centro. A pesar del equipo de profesionales que los atienden, el sentimiento de desamparo y soledad en los menores es frecuente, sobre todo, por la falta de referentes. El acogimiento familiar es, en estos casos, la mejor alternativa.
La Asociación para la Promoción del Acogimiento Familiar (Apraf-A), entidad colaboradora de la Junta de Andalucía, busca sensibilizar a la población de esta medida de protección del menor. “Queremos conseguir que el concepto de acogimiento, al igual que el de adopción, cale en la sociedad. Aún es una alternativa poco conocida, aunque en otros países como en Inglaterra, llevan 30 o 40 años de trayectoria”, asegura el presidente de Apraf-A, Juan Antonio García. La asociación lleva desde 2006 en la provincia y, según afirma García, con unos resultados “bastante positivos”.
“En septiembre de 2006, había en Jaén siete menores en acogida, en cambio, el año pasado alcanzamos los 54 niños”, explica. Por otro lado, respecto a la tendencia de las familias jiennenses por el tipo de acogimiento (existen tres tipologías, dependiendo de la edad y del tiempo que permanezca con la familia sustituta), el presidente de Apraf-A aclara que hace unos dos años lo más demandado era el acogimiento permanente (con carácter más estable y, en principio, sin fecha limitada). En cambio, la tendencia actual son los acogimientos temporales simples o de urgencia. “El 99% de las familias de acogimiento de urgencia lo siguen haciendo. Incluso, hay algunas que en un plazo de 3 y 4 años han solicitado hasta diez menores. Ahora, en el permanente nos está costando más, pero considero que son por ciclos”, argumenta.
testimonio. Ángel e Isabel repiten experiencia. Este matrimonio empezó a ser familia de acogida en diciembre del año pasado. Ellos optaron por abrir las puertas de su casa a un bebé durante un breve periodo de tiempo, sin embargo, fue el suficiente para que la vivencia marcara un antes y un después en el hogar. Actualmente tienen acogidos a dos hermanos y reconocen que, aunque los comienzos resultan complicados, en ningún momento se arrepienten de haber tomado esta decisión. “Los primeros días son difíciles tanto para el menor como para nosotros. Al principio, hay que estar pendientes de ellos todo el día, que nunca se vean solos, hay que darles muchos caprichos para intentar ganarnos su confianza y luego, poco a poco, se establecen las normas que se siguen en cualquier hogar”, explica Isabel. A pesar de todo, tanto ella como su marido coinciden en que se trata de una experiencia “bastante gratificante”. “Son niños que arrastran situaciones complicadas y que vienen de familias desestructuradas. Ellos se dirigen a nosotros como si fuéramos su papá y su mamá. Le tomas muchísimo cariño y, aunque las despedidas siempre son duras, lo cierto es que merece la pena”, aseveran.
“No buscamos hogares prototípicos”
Juan Antonio García es el presidente de Apraf-A, una asociación que busca la difusión del acogimiento familiar.
—¿Qué es y para qué sirve el acogimiento familiar?
—El acogimiento es una medida de protección para aquellos menores que, por diversas circunstancias, no pueden estar con su familia biológica, sea por situaciones de abandono, maltrato o negligencia. Con esta medida se pretende evitar que los menores pasen por un centro de protección o, si tienen que pasar, que lo hagan durante el menor tiempo posible.
—¿A qué tipo de familias va destinado el programa?
—A personas que tienen una especial motivación y dedicación a la infancia, sobre todo, a los que tienen detrás una motivación solidaria, de entrega. No obstante, no buscamos una familia prototípica. Da igual que sea una persona sola o dos, que sean heterosexuales, homosexuales, más mayores, más jóvenes, con hijos o sin hijos.
—¿Cuál es el primer paso que debe dar la familia?
—Cualquier persona interesada debe informarse. Para ello, pueden ponerse en contacto con nosotros, bien por teléfono o dirigiéndose a la asociación. Primero, se le hace una entrevista informativa. Después, hay un procedimiento formativo y valorativo. Además, se realiza un estudio de la situación familiar. A partir de ahí, los interesados forman parte de una bolsa hasta que haya un niño con el perfil solicitado.