El “caos” se apodera de la Plaza de Abastos de San Francisco
"El Mercado Central de Abastos de San Francisco atraviesa uno de los momentos más delicados de su historia”. Entre la gran variedad de productos que se despachan en alguno de los ciento cuarenta puestos que conforman la plaza, “los problemas de impagos y de falta de mantenimiento” ahogan a las decenas de industriales que tienen allí su forma de ganarse la vida y que, con el paso de los días, se encuentran “con más impedimentos” para que sus negocios. logren avanzar lo suficiente.

Así de contundente se muestra Blas Palacios, un comerciante jiennense que tiene abiertos tres puestos en “San Francisco” y que, junto con otro grupo de industriales que prefieren mantenerse en el anonimato, ya está “harto” de la situación que viven a diario en el mercado, que se puede resumir, a grandes rasgos, en un notorio mal estado de las instalaciones comunes de la plaza y una sucesión de puestos que no pagan, “ni han pagado”, dice Palacios, la mensualidad correspondiente. Problemas que, a juicio de los comerciantes, tienen un claro culpable: el Ayuntamiento de Jaén, a quien achacan, “no una mala gestión”, subraya el industrial, sino una “nula” administración de este emblema comercial de la capital. “Lo que ocurre en el Mercado de San Francisco es alucinante. Hay ciento cuarenta puestos y un gran número de concesionarios de estos que nunca han respondido a la mensualidad que tenemos que pagar por cada uno de los establecimientos que tenemos abiertos. Yo tengo tres y pago por los tres, pero hay industriales que tienen deudas con la administración local que superan los ochenta mil euros”, explica Palacios, que revela que este es uno de los problemas más acuciantes en la plaza del centro jiennense.
puestos de Trabajo. Y es que la mensualidad, de alrededor de doscientos euros por puesto, está pensada para que se destine al mantenimiento y la adecuación necesaria de las zonas comunes del mercado. Una deuda cuyo montante total asciende ya hasta los quinientos mil euros y que quien se ha de encargar de los cobros, el Ayuntamiento de Jaén, no reclama. “La pasividad del PP de la capital con el mercado es total. El concejal que se ocupa de ello, Juan José Jódar, los técnicos, los administrativos que gestionan la plaza... Todos saben quién no paga y cuánto debe, pero nadie se ha planteado solicitar que abonen esa cantidad que adeudan. Y si pagase, con el medio millón de euros que se debe habría dinero para acometer todas las reformas y las tareas de mantenimiento que se necesitan para que el mercado funcione”, lamenta Palacios. Aunque este comerciante no solo se ha topado con este problema desde que está entró a formar parte de la terna de industriales del mercado —en 1991—, sino que en sus propias carnes ha “sufrido”, dice, la incapacidad del Gobierno local para gestionar los mercados de la capital, ya que además de “San Francisco” están el de Peñamefécit y el de mayoristas: “Cuando entré tenía un puesto, me iba bien y pensé en ampliarlo quedándome con el puesto colindante, que se encontraba cerrado, pero después de realizar diversas peticiones formales al Ayuntamiento tuve que hacerme con la concesión de otros dos puestos diferentes, porque aún, a día de hoy, nadie me ha dado una contestación de si puedo o no quedarme con el puesto que hay justo al lado del primero que abrí. Están poniéndonos trabas a los que queremos crear puestos de trabajo, que no abundan en Jaén”, lamenta.
La falta de liquidez y los problemas de mantenimiento que surgen como consecuencia de los impagos no son los únicos problemas con los que “San Francisco” convive a diario. Los comerciantes denuncian que la bajada de clientela es considerable y que desde la Administración local no les echan una mano para ponerle remedio. “Ir al mercado de abastos puede llegar a ser incómodo para los clientes, porque el aire acondicionado está roto y hay zonas que están a veinticinco grados centígrados y otras que están a treinta y cinco. Esto molesta a los compradores, a pesar de que saben que aquí encuentran calidad y buenos precios”, apuntan los comerciantes, quienes denuncian asimismo que el técnico que se encarga del control y la gestión de la plaza “no hace nada”. Además cuentan con una sala de lactancia en el interior del mercado para que las madres puedan dar el pecho a sus hijos sin problemas pero, denuncian, nunca se ha usado para tal fin, sino que el guarda nocturno es quien le ha encontrado utilidad: “Él tenía las llaves y lo utilizaba para ponerse el pijama y dormir”, critican los industriales que ven en estas actuaciones las consecuencias directas de la falta de gestión por parte del Ayuntamiento de Jaén.