El campo español defiende un vital modelo económico y social

La movilización del campo durante dos días en Madrid da muestra de un vigor no perdido de un sector otrora fundamental que, aunque pierde peso como pilar económico, mantiene una importancia social difícil de calibrar en regiones eminentemente agrícolas.

    23 nov 2009 / 11:15 H.

    El aumento de los costes y la pérdida de beneficios ante una competencia desmedida que obliga a pagar precios irrisorios a los compradores e intermediarios tienen a las explotaciones en quiebra técnica. Ni tan siquiera la subvención pública articulada por la UE hace rentable que miles de familias se dediquen a la labor en sus fincas. Frente a la competencia de otros países, ahora la lucha del campo es a vida o muerte. El enemigo es la cadena de distribución que hace que el valor añadido en el mercado sea ostensiblemente mayor al que se da al productor. En un engranaje que privilegia al fuerte, cada paso que da la materia prima se incrementa de forma exponencial hasta llegar al consumidor que paga precios altísimos en un mecanismo de mercado que causa estupor a los que empeñan su vida en sacar adelante la tierra. Pero junto con el drama de estas familias que, paulatinamente, abandonan el campo, está también el de un modelo social que mantiene la vitalidad de los pequeños pueblos. El éxodo masivo que antes vivieron otras comunidades autónomas, con miles de municipios deshabitados, también se puede dar en Andalucía si no se articulan los recursos suficientes. La principal exigencia son unos precios justos y transparentes que no dejen recovecos que aprovechen los especuladores. Una fiscalidad adecuada a la tipología de la explotación y una Política Agraria Común estable con la que poder planificar sus gastos e inversiones. En este sentido, el progresivo abandono de los agricultores, cada vez más mayores, y su relevo generacional hace que sólo unos pocos jóvenes profesionales estén dispuestos a mantener una labor exigente de la que dependen su economía y la cadena económica de sus pueblos.