El calor vuelve tras su breve “retiro estival”

El “chollo” se ha acabado. Las temperaturas “normales” de verano, que incluso permitieron dormir con cierta satisfacción a los jiennenses, vuelven a subir a partir de hoy. Después de 2 días en los que las máximas no llegaron hasta los 36 grados —el viernes el mercurio marcó 35,2 y ayer, 34,6, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet)—, la alerta amarilla vuelve a la provincia hoy, cuando se pueden superar los 38. El Condado y Sierra Morena y el valle del Guadalquivir son las zonas que, desde la una hasta las ocho de la tarde, tienen riesgo. A su vez, la Aemet también predice que mañana se agravará el calor e, incluso, estas zonas pasarán a estar en naranja (junto con Córdoba, las únicas en toda la región) y el resto, en amarilla. Las primeras presentarán altas probabilidades de que el termómetro marque los 40.

26 jul 2015 / 08:25 H.


Tales situaciones contrastan con las vividas ayer y el viernes, cuando el aviso de la provincia no pasó del verde y las recurrentes “olas de calor” parecían bajar su “marea” y conceder un respiro a los jiennenses que, a pesar de estar acostumbrados a este bochorno veraniego, consideran agobiante su prolongación. Tal es la situación que es un “alivio” que las temperaturas no lleguen a los 38 (fueron de 38,3 el martes), aunque “se bordearon” el lunes (37,9), el miércoles (37) y el jueves (37,8).
Las provincias andaluzas tampoco “se librarán” de que vuelva el temido calor. De hecho, hoy solo  Cádiz, Málaga y Almería “disfrutan” del aviso verde, mientras que  mañana esa “suerte” recaerá únicamente en la gaditana y la malagueña. El resta presente alguna de sus zonas con alerta amarilla.
“Lo breve, si fresco, dos veces bueno”, podría decirse del descanso de un par de días que ha permitido el calor. El comienzo de la semana despertará varios “déjà vu” en la mente de los jiennenses, que recordarán esta época estival como una de las más calurosas que azotaron a la provincia en los últimos años, por lo que se recomienda actuar de la misma forma que en semanas anteriores: agua, ventilador y voluntad para sobrevivir. Otra opción es acudir a la piscina más cercana y comprobar que el calor no es tan fiero como lo pintan después de un “chapuzón”.