El cadáver corresponde al desaparecido de Santa Ana
Las primeras hipótesis se confirman. A falta de los resultados y el informe que emita el Instituto Anatómico Forense que verifiquen al cien por cien la identidad, el suceso parece resuelto. Y es que los indicios que arrojan las pruebas iniciales realizadas al cadáver hallado en una balsa de alpechín, actualmente en desuso, ubicada dentro del paraje Molino de las Torres, en Alcaudete, apuntan, tal y como publicó ayer Diario JAÉN en sus páginas, que pertenece a un hombre que, hace más de dos meses, desapareció en la pedanía de Santa Ana, en el término municipal de Alcalá la Real. Se trata del castillero Carlos Pérez Anguita, de cincuenta y cuatro años, que se encontraba en paradero desconocido desde el mes de marzo.

Así lo indicó la Guardia Civil, que señaló que ya se dio aviso a la familia del desaparecido porque, debido a su complexión y a detalles físicos, “seguramente sea él”. No obstante, aún continúan las pruebas de autopsia, porque el cuerpo se halla “en avanzado estado de descomposición”. De la misma forma, las fuentes de la Benemérita añadieron que el cadáver no presenta síntomas de haber sufrido algún tipo de violencia, por lo que se estima la hipótesis de que la causa del fallecimiento haya sido un suicidio. Según indican varias familias que viven cerca del paraje donde fue encontrado, el desaparecido “conocía muy bien la zona, pues llegar hasta la balsa es bastante complicado”.
Como se informó, la Guardia Civil abrió diligencias después del hallazgo de este cadáver, que fue descubierto por un hombre que realizaba tareas agrícolas con un tractor en la zona y dio el aviso de la localización de “lo que podía ser un cuerpo flotando boca abajo en la alpechinera”. Los agentes comprobaron que, efectivamente, se trataba del cadáver de un varón y, posteriormente, el médico forense certificó la muerte y procedió a su levantamiento, previo a su traslado al Instituto Anatómico Forense de Jaén.
Las incógnitas se resuelven y con ello, las preguntas que se hacían, cada día, los vecinos de Santa Ana, que desconocían el paradero de Carlos Pérez Anguita desde el mes de marzo. En la aldea todos tenían conciencia la complicada situación que atravesaba el hombre, natural de Castillo de Locubín. “Vivía solo en una casa. No tenía apenas relación con su familia ni con su expareja, y además tenía problemas con el alcohol. Intentó salir de la situación, pero recayó en varias ocasiones¡; pese a ello era querido en el pueblo”, afirma Serafín Sánchez Sánchez, presidente de Cáritas Interparroquial de Alcalá la Real, donde el hombre acudía asiduamente para pedir ayuda. El propio santanero relata que, precisamente, fue su mismo colectivo de Castillo de Locubín el que denunció su desaparición, al intentar localizarlo para informarle de que le había sido concedida una plaza en el Hogar Santa Clara de Jaén, con el fin de que se recuperase y recibiera la ayuda necesaria. “Sin embargo fue imposible, ya no pudimos localizarlo”, explica Sánchez. Tres meses de búsqueda que han concluido con el fatal desenlace, su desaparición y muerte en una balsa, cerca del municipio que fue testigo de su nacimiento, Castillo de Locubín.