El caballero indeterminado, la monja varón de Úbeda

El historiador Arsenio Moreno tenía los mimbres para trenzar la trama, pues la historia de la monja varón la conocen a pie juntillo todas las generaciones de ubetenses desde el siglo XVII hasta hoy que, incluso, se representa como atracción turística. De esa historia nace El caballero indeterminado. 
La vida de Magdalena Muñoz, la monja varón, o de Gaspar Becerra, soldado de los Tercios de Flandes, que, al tratarse de un ser hermafrodita, se convierte en excepcional, reúne en torno así el interés suficiente para ser novelada y difundida a los cuatro vientos.  Así lo entendió el ex alcalde de Úbeda, Arsenio Moreno, historiador y profesor de la Universidad Pablo Olavide de Sevilla, quien se pasó dos años recopilando toda la información histórica, real y veraz sobre el personaje.

Magdalena Muñoz nació en Sabiote y era hija del regidor y escribano Gaspar Muñoz. Ingresó en el convento de las dominicas de Nuestra Señora de la Coronada de Úbeda y, a la edad de 27 años a raíz de un accidente, se convierte en varón. “Al tratarse de un hermafrodita no era una persona apta para el matrimonio y la salida que tenía una mujer así era el convento”, comenta el escritor del libro. Añade que se sabe documentalmente que era un personaje muy varonil con una gran fortaleza y que, en un momento determinado, al realizar un sobreesfuerzo sufre una transformación física, un drástico cambio hormonal y se le desarrollan sus atributos masculinos. Ante esta circunstancia la monja Magdalena Muñoz es expulsada del convento, cuya superiora, al parecer, también había sido advertida por unos escandalizados vecinos de Sabiote de que se había cometido un error al admitir en sus muros a la hermana Magdalena.

La última noticia que se tiene de ella es que adoptó el nombre de su padre, Gaspar, y que se enroló en los Tercios de Flandes y Nápoles con el nombre Gaspar Muñoz. A partir de estos ingredientes, Arsenio Moreno urdió la trama que le da cuerpo a su novela El caballero indeterminado.
“El personaje de la novela es de ficción, pero me interesaba mucho desde un punto de vista psicológico. Ver cómo podía desenvolverse en la España de las primeras décadas del XVII una persona ambigua desde el punto de vista sexual, con un cuerpo de mujer, un hábito de monja y en un claustro conventual; y cómo ese mismo personaje convertido en soldado puede percibir el mundo”, explica el autor. La novela se desarrolla en tres marcos urbanos: Úbeda, las sierras de Cazorla y Sevilla, y Nápoles.
Arsenio Moreno Mendoza tiene publicada otra novela de trasfondo histórico, Hijos de Padilla, sobre la masonería del XIX. Ignacio Frías/ Jaén

    20 nov 2009 / 10:16 H.