El bulo de la rata en el “kebab”

“Si esto sigue así, no tendré más remedio que cerrar el local”, asegura este hombre. Abrió su “kebab” hace dos años en la calle Teodoro Calvache, en el barrio de San Ildefonso: “El negocio iba muy bien. Nos daba para ir tirando”, cuenta Habib. Sin embargo, todo cambió el pasado domingo por la noche. Fue entonces cuando alguien subió a “Youtube” un vídeo con el título “Una rata en un kebab de Jaén”. En la grabación, que ha sido vista por miles de personas en pocos días, se ve a un roedor merodeando sobre el típico trozo de carne que se sirve en estos locales de comida rápida.
“Ese no es mi kebab. Es otro local que no sabemos ni tan siquiera dónde está”, se defiende Habib. Y es que el vídeo está manipulado para “inculpar” a este paquistaní. La escena no está completa. En la grabación original, que tiene 44 segundos, sí se puede distinguir el letrero con el nombre del local. Se puede apreciar claramente que no es el negocio de Habib. En el vídeo que circula como la pólvora por Jaén, han cortado el final y solo se aprecia a la rata sobre la carne. Sin más. Lo que ocurre es que, en el título, relacionan esa repugnante escena con el “kebab” del involuntario protagonista de esta historia. “Han ido a hacerme daño, a hundirme por completo. Esto es una bomba”, se lamenta este paquistaní de 28 años, que lleva la mitad de su vida en la ciudad. Incluso, su hija nació en Jaén: “No sé quién ha podido hacerme esta jugarreta. No tengo enemigos”, asegura.
Tras poner su caso en manos de un abogado, presentó una denuncia en la Comisaría. La Policía trata de averiguar de dónde partió el malintencionado bulo. La Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), encargada de este tipo de delitos, tiene abierta una investigación. Se sabe que el vídeo “cortado” se subió en la noche del pasado domingo. Desde entonces, ha tenido varios miles de visitas solo en “Youtube”, sin contar cómo se ha transmitido a través de otras redes sociales y de los teléfonos móviles a través de “Whatsap”. “A mi cliente se le está haciendo un daño gravísimo”, asegura el letrado José Carmelo Sánchez Pérez.
No en vano, a Habib no le entra nadie en el negocio: “Los pocos que han venido son para pedirme explicaciones. Alguno, incluso, ha querido denunciarme”, reconoce el propietario del establecimiento. Por eso, ha decidido dar a conocer su caso e intentar demostrar que lo que sirve en su local es de la mejor calidad: “Quien ha venido lo sabe”, concluye.