El buen tiempo, un mal aliado para los aficionados a la caza mayor

La veda de la caza mayor se acaba de levantar. Los aficionados a las monterías cuentan hasta el 12 de febrero de 2012 para conseguir sus trofeos y, el pasado fin de semana, salieron en su busca. Solo hubo un impedimento: el buen tiempo, que resulta un mal aliado tanto para las rehalas de perros como para las especies que se pueden capturar —ciervo, gamo, muflón, arruí, jabalí y cabra montés—.  
Sergio Ramírez es un iliturgitano dedicado a la taxidermia. Acudió, los dos últimos días, a una montería. Se muestra satisfecho, ya que el número de especies, a simple vista, se mantiene, pero el problema del que todos hablan es el mismo. “Como no ha llovido desde hace mucho tiempo, todo está muy seco. Las rehalas no cazan igual que si estuviera el terreno mojado”, expresa. “Hemos notado que los animales no salen tanto del monte y en los puestos, entrada la mañana, se pasa demasiado calor”, precisa. En su opinión, también la crisis hizo mella en el sector cinegético. “Como en todos los negocios, se nota. Andújar es un lugar privilegiado para la caza mayor, y eso beneficia a los negocios hosteleros, pero se observa que no hay los mismos puestos que el año pasado, aunque se puedan mantener las licencias, o incluso haya más”, dice.
Por su parte, el delegado en la provincia de la Federación Andaluza de Caza, Marino Pastor, incide en que las actuales condiciones meteorológicas no son buenas para la caza en Jaén. “La sequía que hay ahora mismo es un inconveniente muy grande para desarrollar con normalidad una montería”, recalca. La esperanza, de nuevo, es que las lluvias hagan su aparición y les facilite la labor cuando salen a por las especies.
La sierra de Andújar y Sierra Morena, el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas, Despeñaperros y la parte de Sierra Morena que limita con Ciudad Real se llenan de monteros dispuestos, también, a disfrutar de una jornada de convivencia con otros que comparten su misma afición. Pero, además, la temporada que acaba de abrirse destaca por los “buenos trofeos”, como apunta Marino Pastor. “Los animales llevan dos años comiendo bien y las poblaciones se disparan”, confirma. Un buen ejemplo son los jabalíes. “Llama la atención que hay bastantes en la campiña jiennense. Están en los ríos, donde encuentran fresco y tienen comida. Se han extendido mucho y no paran de aumentar. Se podría comparar con el incremento de la población de conejos”, dice. De hecho, Pastor destaca que ahora se ven, incluso, en lugares como Villanueva de la Reina o Baeza. “En algunos sitios, están amenazando. El jabalí hace muchísimo daño en el olivar, levanta los suelos y rompen los goteros. Conozco fincas en las que no se encontraban y por las que ahora pasean”, concluye el experto. Silvia Ruiz Díaz/Jaén