El buen docente
Las palabras de José Antonio Marina “el buen maestro no puede cobrar lo mismo que el malo” sacadas de su contexto han encendido la polémica. ¿Quién puede colocar a un profesional en la categoría de docente malo? Y sin embargo, como en todas las profesiones y en un reconocimiento tácito en el hábitat en el que se desenvuelven, hay diferencias, claro que las hay. Lo difícil es hacerlo expreso. ¿En función de qué se les adjudica la categoría de bueno o malo? La educación es una actividad en la que concurren tantos factores que resulta casi imposible hacer comparaciones. ¿En función de los resultados escolares?
Sería injusto porque puede haber un docente muy bueno, y sincero, con unos resultados escolares malos. Y premiar al que se entiende bueno en función de esos resultados se presta a pantomima, a maquillaje, a sepulcro blanqueado. Además, poniéndonos en el caso de que se pudiera y hablando de la educación pública, ¿cómo se puede admitir que se reconozca que se le está pagando a un docente por ser malo? O al revés, ¿por qué tiene que pagarse un plus por ser buenos? ¿Es que se les ha contratado en un principio para ser malos? Malo es el sistema que los ha seleccionado y malo el que los está abrigando, o el que propone categorizarlos premiando a los buenos y castigando sin plus a los malos. Establézcase una formación inicial con mayor contacto con la realidad escolar y las buenas prácticas docentes, amparada en una ley de educación consensuada y estable, inviértanse esos plus en una formación continua de calidad y obligatoria para actualizar el desempeño profesional y orientar hacia la innovación, dignifíquese en todos los sentidos la profesión del docente, establézcase una carrera profesional que no aparte a esos docentes innovadores y comprometidos del ejercicio de la docencia, déjese, al mismo tiempo, y en esto no puedo estar de acuerdo con Marina, de dorar la píldora y recobre su sentido la inspección educativa como garante de que se está cumpliendo con lo dispuesto por la administración educativa, y tendremos solo docentes buenos y algunos excelentes, que tendrán su premio en la carrera docente y como ejemplos de buenas prácticas.
José López