El Ayuntamiento tira a la chatarra una escultura urbana que costó 24.000 euros

La extraña desaparición de la escultura de la Plaza de San Francisco parece extraída de un guión de Luis García Berlanga. Sólo el genial director valenciano sería capaz de escribir una historia tan cómica, surrealista y con un final trágico para su protagonista, el artista jiennense David Padilla.

    20 may 2009 / 10:23 H.

    El sainete comienza hace unos días con la retirada, sin previo aviso al autor, de la pieza. Operarios de la empresa encargada de las obras de la calle Bernabé Soriano, por orden del Ayuntamiento, quitaron la escultura y se la entregaron al departamento de Mantenimiento Urbano. Este la recepcionó, aunque sin saber que se trataba de un obra de arte de veinticuatro mil euros, que fue lo que pagó, en 1999, el anterior equipo de Gobierno por el conjunto, incluidas las pinturas de David Padilla, quien cobró por el encargo seis mil euros brutos. Después de examinarla, comprobar que estaba hecho añicos y ante el desconocimiento y desconcierto general, los empleados municipales encargados de su custodia decidieron llamar al chatarrero con el que habitualmente trabajan para que se la llevara y la depositara en un vertedero. Un extremo que, ayer, reconoció Mantenimiento Urbano. Mientras todo esto sucedía, David Padilla, trataba, sin demasiado éxito, de localizar su obra. Telefoneó angustiado a los concejales de Medio Ambiente y Cultura, José Luis Cano y José Montané, respectivamente, para averiguar su paradero. Pidió la colaboración, incluso, de los medios de comunicación y de todo aquel que pudiera aportarle algún dato, pero fue en balde hasta que ayer por la mañana, recibió la llamada de José Luis Cano, quien le informó del triste final que recibieron sus pinturas. “Es un daño moral irreparable”, dijo un apesadumbrado David Padilla.  “Lo que me ha ocurrido es más propio de un bodebil”, añadió. El autor, nada más conocer la noticia, trató, por todos los medios, de averiguar el lugar exacto donde fue a parar su obra, “Inercias”. Sin embargo, aún espera la respuesta, al igual que la llamada de algún responsable municipal para que le explique lo sucedido. Su única conversación con el concejal de Mantenimiento Urbano, Eduardo Castro, se produjo a través de las ondas de Radio Jaén. Lo único que pide ahora es una “aclaración pública”. Por su parte, los residentes de la zona no salen de su asombro. La Asociación de Vecinos Arco del Consuelo mostró su “profundo dolor e indignación” ante lo sucedido con la obra de David Padilla, que forma parte del conjunto de siete esculturas instaladas hace diez años por el anterior equipo de Gobierno en distintos puntos de la ciudad. A través de un comunicado, el colectivo vecinal asegura que el daño ocasionado al autor “empaña los muchos esfuerzos que se realizan por el arte en esta ciudad”. Javier Esturillo