El Ayuntamiento no recuperará el servicio de bicicletas de alquiler

Otro proyecto más del anterior mandato que queda en el limbo. Se presentó como alternativa de transporte saludable. Incluso, se crearon carriles específicos para fomentar su uso. Sin embargo, los altos costes de mantenimiento hicieron que el servicio fuera un fracaso solo pocos meses después de su instalación. Todo fue bien hasta que las subvenciones de la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa empezaron a escasear. A partir de ahí, la deuda con la empresa concesionaria del servicio fue en aumento hasta que esta decidió llevarse las bicicletas de la ciudad por los continuos impagos.
De la iniciativa solo quedan los postes de alquiler colocados en el campus de las Lagunillas, las instalaciones deportivas de las Fuentezuelas, el Parque de la Victoria, la Plaza de la Constitución y en la glorieta de Jaén por la Paz. El portavoz del Gobierno municipal, Miguel Ángel García Anguita, asegura que el Ayuntamiento no tiene intención alguna de rescatar “un servicio deficitario” y “sin apenas aceptación entre la población”. “En estos momentos, no estamos para estas cosas. Nuestras prioridades son otras mucho más importantes”, asevera el responsable municipal, quien lamenta, acto seguido, el “dineral gastado” en algo que, desde el principio, “se sabía que no iba a funcionar”. “Jaén no es Córdoba ni Granada. Aquí no hay grandes avenidas y la orografía de la ciudad, llena de cuestas, impide que triunfe una iniciativa de este tipo”, insiste el portavoz.
Miguel Ángel García Anguita dice, además, que las plataformas de préstamo seguirán colocadas en la calle, aunque el servicio esté suprimido. “El despilfarro del Partido Socialista e Izquierda Unida no tiene límite. De nuevo, estamos ante el mal uso del dinero público de los jiennenses y del resto de andaluces”, denuncia.
El servicio empezó con cincuenta bicicletas de alquiler, con el propósito de aumentar el número conforme crecieran las solicitudes. Todo se torció cuando el Ayuntamiento se quedó sin dinero para pagar a la empresa encargada del sistema.     
Sistema. Para el anterior Gobierno municipal, el alquiler de bicis era una nueva opción de transporte urbano rápido, flexible y práctico, que se adecuaba a las necesidades de muchos usuarios y satisfacía una amplia tipología de desplazamientos, ya que su coste global era menor comparado con otros medios. Esos argumentos quedaron en nada al poco tiempo de ponerse en marcha el sistema dada su exigua demanda. Los primeros en probar las bicis fueron los alumnos y profesores de la Universidad, con los que se realizó una prueba piloto de dos meses, en la que no tenían que pagar nada por utilizar los vehículos. Una vez concluido este periodo, el modelo de préstamo no caló entre la ciudadanía y las bicis quedaron como meros elementos decorativos.