El Athletic y el Sporting empatan a cero y se jugarán en Gijón el pase a semifinales de la Copa del Rey

El Athletic y el Sporting de Gijón resolverán la próxima semana en El Molinón su eliminatoria de cuartos de final de Copa después de empatar a cero en San Mamés en un partido de ida en el que el equipo asturiano no pudo plasmar en el marcador su mejor juego.

    22 ene 2009 / 21:54 H.

    El Athletic, espeso en su juego y con escasos recursos físicos, estuvo muy lejos de alcanzar las prestaciones ofrecidas hace apenas cuatro días frente al Valencia, y atenazado por la presión y por un rival más metido en faena, fue incapaz de desnivelar la balanza, ni siquiera desde el punto de penalti. La primera parte tuvo un claro color visitante. El Sporting aplacó rápidamente la euforia local acaparando la posesión de la pelota gracias a su superioridad táctica en el centro del campo y enfrió un ambiente que nunca tomó el grado de efervescencia esperado. La versión arrolladora y convincente del Athletic liguero dio paso a un equipo temeroso y estático para el que la mejor noticia fue llegar al final sin que se moviera el marcador. Tras un par de avisos de David Barral, el conjunto local, no obstante, dispuso de una única ocasión, aunque sin duda la más clara del partido, gracias a un inexistente penalti fallado por Fernando Llorente. El ariete riojano, en el minuto 28, envió fuera, alto y desviado, una pena máxima decretada por Medina Cantalejo tras un contacto dentro del área entre Neru y el propio Llorente, que provocó un tremendo enfado en las filas sportinguistas. El error, y el buen juego del rival, dejó tocado a un Athletic que por momentos fue zarandeado por los de Manolo Preciado. Cada balón que rondaba al área rojiblanca creaba una incertidumbre tremenda en los centrales locales y sólo la falta de puntería privó al Sporting de lograr al menos un gol de valor incalculable. Lora fue quien más cerca estuvo del objetivo. En el 33, el joven jugador del equipo asturiano enganchó un buen disparo desde la frontal que Iraizoz envió a córner con apuros y tres minutos después, al borde del área pequeña, a punto estuvo de desviar a las redes un centro-chut de Sastre. La segunda parte arrancó con las mismas pautas, aunque elevadas un punto en su intensidad. El Sporting seguía buscando fisuras en una defensa que seguía transmitiendo inseguridad, pero pecó de ineficacia en los metros finales y el Athletic fue nivelando la balanza con el juego directo hacia Llorente como único recurso. Sin frescura ni ideas, el equipo local no encontraba la manera de hacer daño al Sporting. Con orden y sentido, el conjunto gijonés guardó bien la meta de Sergio Sánchez esperando la ocasión de lanzar algún zarpazo que no llegó, en un partido que murió con una inesperada languidez.