El asesino de Palomino confiesa que lo apuñaló por 'instinto'

Josué E. de la H., acusado del asesinato del joven Carlos  Palomino, confesó hoy ante el tribunal de la Audiencia Provincial de  Madrid que lo juzga por un delito de asesinato y otro de tentativa de  homicidio que apuñaló al joven de 16 años "por instinto" al verse  amenazado en el vagón del Metro en el que se encontraba solo por un  grupo de "personas armadas", que le produjeron "miedo".

    14 sep 2009 / 15:27 H.

    Palomino murió el 11 de noviembre de 2007 a consecuencia de una  puñalada mortal que le asestó el acusado en el Metro de Legazpi,  cuando se dirigía a 'reventar' una manifestación de Juventudes de  Democracia Nacional contra los inmigrantes. Casi dos años después, la  Audiencia comenzó a celebrar el juicio con un fuerte control  policial. Antes de iniciarse la vista, un centenar de amigos de  Carlos se concentró para exigir Justicia. 
    "Me vi acorralado por esas personas armadas. Me entró miedo, pensé  que si se me lanzaban, no saldría vivo de allí. Me salió el instinto.  Noté que me rodeaban. Me dijeron: 'de aquí no vas a salir, fascista  de mierda'", manifestó el acusado, quien se mostró con una actitud  altiva y fría en la primera sesión.  Ni siquiera la mirada directa que le lanzó la madre de Carlos,  Maria Victoria Muñoz, logró que Josué modificara su rostro distante.  'Mavi' relató a la sala que conocía que su hijo tenía la intención de  acudir a la contramanifestación y que le advirtió de que podía ser  "peligrosa". Antes de entrar en la vista, manifestó que confiaba en  la Justicia y espera que el tribunal dicte una sentencia "ejemplar". 
    La fiscal solicita para el procesado 17 años de prisión por un  delito de asesinato y otros 12 por tentativa de homicidio contra  Alejandro, el amigo de Carlos que intentó quitar el arma al asesino y  que recibió una puñalada de la que se recuperó a los tres meses.
    "Saqué mi navaja porque me señalaron. Uno sacó un puño americano y  otro una navaja", prosiguió Josué, quien negó pertenecer a alguna  organización neonazi, así como simpatizar con las Juventudes de  Democracia Nacional, de ideología fascista. Negó que, tras apuñalar  al joven, levantara el brazo a modo de saludo hitleriano. A preguntas  sobre si se consideraba patriota, contestó: "Soy un español que le  gusta que gane la selección española". 
    La abogada que representa a la acusación popular del Movimiento  contra la Intolerancia le inquirió acerca de si amaba el Estado  español de Francisco Franco o el de la democracia, a lo que  respondió: "Me considero español. *Cómo voy a amar el Estado de  Franco si no lo conocí?. *Y cómo voy a amar algo que desconozco?".

    PALOMINO, "SE ENCARO"
    El procesado relató que Palomino se acercó a él nada más entrar en  el vagón, al identificar a Josué con un neonazi por la sudadera que  llevaba, de la marca 'Three Stroke', y su cabeza rapada. "El apartó a  la gente. Se encaró. Fue directo hacia donde estaba. Su intención era  que le diera mi sudadera. Se abalanzó hacia mí", relató Josué, quien  en ese momento blandió su navaja, asestándole una navaja al temer por  su integridad física.
    "Temí por mi vida", esgrimió. Además, insistió en que no llevaba  preparada la navaja, peses a que las imágenes captadas por una de las  cámaras recogieron que sí lo hizo. Josué explicó que portaba este  arma del Ejército porque acababa de salir del cuartel y al día  siguiente tenía que ir de maniobras. 
    A preguntas de la fiscal, negó que ese día acudiera a la  manifestación convocada por Democracia Nacional contra los  inmigrantes y aseguró que se dirigía a Villaverde, donde había  quedado con "unos colegas para tomar algo y comer". "No sabía que  hubiera ninguna manifestación", aseveró el acusado, a quien la fiscal  le recordó que en su primera declaración reconoció este hecho.

    "SABIA LO QUE HACIA"
    Otra de las personas que resultó herida al tratar de reducir al  agresor relató que había quedado en el metro para acudir a una  contramanifestación para expresar "pacíficamente" su rechazó a la  actitud de los simpatizantes de Democracia Nacional. Una vez que  entraron en el vagón, Carlos se dirigió al "asesino" y le dijo: "Ey,  tío", preguntándole por la marca de su sudadera.
    "El asesino sacó una navaja y le apuñaló en el corazón. Fue algo  rápido. El tío sabía lo que tenía que hacer. A Carlos no le dio  tiempo a defenderse", narró. Insistió en que "nadie iba armado",  añadiendo que "sólo llevaban silbatos para hacer --en la  manifestación-- más ruidos que ellos". "El mostraba la navaja para  apuñalar a más gente. Intentábamos entrar para quitarle el arma, pero  él daba navajazos a quien se acercaba", apuntó.
    Otro de los heridos certificó que Josué impedía entrar en el vagón  a todo aquel que se acercaba. "Iba de un lado hacia otro con el  cuchillo. Sabíamos que el primero que se acercara iba a ser  apuñalado", indicó con voz temblorosa. El joven señaló al tribunal  que renunciaba a la reclamación civil. "Nadie va a pagar esto. No  quiero nada de dinero", aseveró.

    INCIDENTE AL TERMINAR LA VISTA
    Al concluir la vista oral, agentes de la Policía Nacional tuvieron  que intervenir ante la presencia de dos jóvenes con estética neonazi  que se acercaron a las puertas de la Audiencia para reclamar la  libertad de Josué.  Las chicas se apostaron a las puertas de la sede judicial, donde  también se encontraban los amigos de Palomino. Uno de ellos alertó a  la Policía de la presencia de dos chicas a favor del acusado, que con  sus gritos les estaban provocando, al tiempo que lanzaban panfletos  donde se podía leer "Josué libertad, que nadie encarcele el aire  entre barrotes".
    Cuando los agentes se dirigieron a reducirlas, éstas saliendo  corriendo. En su camino, un antifascista le propinó a una de ellas un  puñetazo. La Policía intervino. Solicitó la identificación a estas  tres personas y a las jóvenes las dirigió hacia un taxi para que se  marcharan del lugar. Además, la Policía informó a la joven que podría  interponer una denuncia por su agresor por lesiones leves, según  fuentes policiales.