El arte del humor condimentado con flamenco

Diana Sánchez /Jaén
Al grito de ¡1,2,3... Arsa que toma y olé! un grupo de jóvenes quesadeños se atreve a casar el arte del flamenco con el del humor. Una bomba de relojería que elaboran poco a poco pero que, cuando estalla, no deja a nadie sin que lance una carcajada. Chistes al servicio de la música y el toque.

    10 nov 2010 / 11:55 H.


    Como una mezcla de jamón con melón, tan apetitosa para el paladar, un grupo de cuatro jóvenes quesadeños se atreve a presentar un exquisito espectáculo en el que el flamenco y el humor se dan la mano para desatar la risa. “Todo empezó un día en el que descubrimos que no se nos daba mal contar chistes mientras tocábamos la guitarra”, explica el humorista principal, Miguel Uvicas. Una gracia natural que potencian cuando suben a los escenarios para dejarse llevar por la improvisación. “Sin ensayar sale todo mejor”, asegura Uvicas, quien matiza que no suelen preparar milimétricamente sus actuaciones. Influenciados por la tradición carnavalesca de Cádiz, Miguel Uvicas, Ángel Ruiz, Adrián Redondo y Francis González presentan un espectáculo en el que respetan el flamenco y al público pero sin renunciar a la picaresca de unos chistes inventados, en su mayoría, por los jóvenes de Quesada. “Hay muchos monologuistas pero muy pocos que en sus actuaciones metan ritmos flamencos”, explican. Con situaciones rescatadas de la actualidad como la reciente muerte del pulpo Paul o diálogos que captan en el día a día, Uvicas crea un mundo de humor que aliña con los acordes de la guitarra, el ritmo del cajón y el toque de las palmas.
    Un grupo cuyo nombre hace mención a su “grito de guerra”: ¡1, 2, 3, Arsa que toma y olé! y con el que estos jiennenses ya han revolucionado más de una sala en la provincia del Santo Reino e, incluso, en Montoro. Y es que los jóvenes, que cuentan con la web: http://arsaquetomayole.webcindario.com/, saben que para conectar con el público lo mejor es un pellizco de humor  aflamencado.