El apeadero de Porcuna comienza su actividad
Manuel Jalón Jalón/Porcuna
El nuevo apeadero-estación de autobuses porcunense entró en funcionamiento hace unos días, tras concluir definitivamente las obras. Las instalaciones se inauguraron de manera 'oficial' el pasado mes de marzo, aunque no ha sido hasta ahora cuando ha comenzado la actividad para los viajeros.

El nuevo apeadero-estación de autobuses porcunense entró en funcionamiento hace unos días, tras concluir definitivamente las obras. Las instalaciones se inauguraron de manera 'oficial' el pasado mes de marzo, aunque no ha sido hasta ahora cuando ha comenzado la actividad para los viajeros.
La puesta en servicio de las flamantes instalaciones —ubicadas en la Avenida del Cardenal Cisneros, en lo que fue el patio del antiguo instituto de Bachillerato— ha sido un hecho que se ha hecho esperar desde que se inauguraron, el 12 de marzo de 2011. Los tres primeros autobuses en recalar en el apeadero fueron los que tenían como destino —a las siete de la mañana— Lopera, Córdoba y Jaén. El alcalde de Porcuna, Miguel Moreno Lorente, acompañado de los miembros de su equipo de Gobierno, no quiso perderse este estreno, por lo que tuvieron que madrugar para estar presentes en la salida del primer coche de viajeros. Tras revisar el recinto y compartir impresiones con los conductores y una trabajadora de la empresa de Transportes Ureña, el máximo responsable municipal tomó notas de las sugerencias que se le transmitieron en referencia a la seguridad de los locales.
El alcalde manifestó a este periódico que las obras acometidas por el Ayuntamiento desde que las instalaciones fueron recepcionadas eran necesarias y que, sin embargo, no fueron realizadas por la Consejería de Obras Públicas. “Sin ellas, era imposible poner en funcionamiento esta estación”, expresó Miguel Moreno Lorente. La intervención ha consistido en la colocación de adoquinado en el patio para evitar que las aguas de lluvia se dirigiesen a las naves agrícolas colindantes, debido al gran desnivel del terreno. Esta actuación se ha tenido que acompañar de una línea de tragonas de agua para comunicarlas con el alcantarillado. “La estación se quedó sin enganchar a la red eléctrica, por lo que ha tenido que traerse desde el transformador eléctrico más cercano, y todo a cargo de las arcas municipales, con un gasto de más de treinta mil euros”, dijo el alcalde porcunense, que añadió: “Decidimos recepcionar las obras del apeadero sin acabar y llevarlas nosotros a cabo o, si no, esta infraestructura se hubiera quedado abandonada”.
Está pendiente la apertura de la cafetería del apeadero, ya que, en la primera subasta pública, la oferta quedó desierta al no haber ningún solicitante.